¿Seremos capaces de pactar?
Una de nuestras grandes y viejas deficiencias es la endeble voluntad de los políticos para concertar acuerdos perdurables en los proyectos que verdaderamente harían avanzar a la nación. Otros países dan ejemplo del compromiso y respeto a los llamados planes de nación o estrategias nacionales de largo plazo, y por eso logran desarrollos sostenibles en aquellas iniciativas que son realmente prioritarios e importantes para el pueblo. Luce entonces muy apropiada la oferta que ha formulado ayer en el Desayuno de LISTÍN DIARIO el precandidato presidencial Danilo Medina, del Partido de la Liberación Dominicana, para que los partidos asuman un pacto por la mejoría de la educación y el combate a la pobreza. Independientemente de quién resulte ser el próximo Presidente de la República, esta es una idea que debe prender en el ánimo, la voluntad y la sensibilidad de los futuros gobernantes, ya que los graves problemas nacionales no pueden abordarse ni solucionarse sin el amplio apoyo de todo el liderazgo político y económico del país. Lo esencial es que, una vez asumido el compromiso de dirigir los mayores recursos públicos a las áreas más prioritarias del desarrollo nacional, cada gobierno, no importa su signo, cumpla, respete y le dé calor a las líneas estratégicas de las políticas trazadas para que no sigamos viviendo o sufriendo las fluctuaciones de modelos y planes gubernamentales que se inician con buen pie, pero que jamás logran su cometido, porque se desechan o se mueren de inanición entre un gobierno y otro.