La “marca-país”

Colombia ha logrado un drástico cambio a su favor en cuanto a cómo se le percibe desde el exterior, superando el estereotipo de un país violento e inseguro que malograba toda su dinámica de desarrollo. Primero se dedicó a fondo a establecer cuáles eran sus fortalezas en todos los campos, levantó un consenso popular sobre lo que debería ser el lema o el slogan que acompañaría su ofensiva de cambio de imagen en el mundo y luego puso a sus distintos sectores al unísono en una sola campaña: “Colombia es pasión”. A partir de ahí sus principales productos de exportación, sus eventos deportivos, artísticos o culturales, sus destinos turísticos, sus promociones internacionales, llevan el mismo sello de identidad. Y ya el país comenzó a cosechar los frutos, con mayores inversiones extranjeras, más turistas, más ventas en los mercados internacionales y mejor percibido a como era antes. República Dominicana ha decidido también seguir estos pasos y ha diseñado una estrategia para fortalecer el posicionamiento que tenemos con algunos productos, y en especial con el turismo. El viento sopla a nuestro favor pues ya muchos de los elementos válidos para considerarse “marca-país” tienen vida propia. De hecho, desde hace muchos años hemos estado publicitando nuestras bellezas naturales y la respuesta ha sido de tal envergadura que el turismo se ha convertido en nuestra principal fuente de divisas. Ahora lo que falta es involucrar a todos los ciudadanos, a todas las instituciones, en la estrategia “marca-país” para que, a un mismo compás, bajo la sombrilla de un atractivo slogan o lema que sintetice lo que realmente somos, promocionemos nuestras potencialidades por todo el mundo, seguros de que cosecharemos abundantes frutos en todos los sentidos.