Más seguridad en cárceles y tribunales
Incidentes lamentables que ponen al descubierto la frágil seguridad imperante en los tribunales y algunos recintos carcelarios, obligan a prestar la máxima atención a esta deficiencia. Ya el procurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña, ha anunciado que se reunirá con el Jefe de la Policía para buscar una solución. A los tribunales van, a diario, centenares de presos trasladados de distintas cárceles más los que acuden a dirimir conflictos o a cumplir con medidas de coerción, y no son pocas las veces en que se producen trifulcas que, hasta ahora, no han terminado con saldos sangrientos. En un ambiente desprovisto de una real y efectiva protección para jueces e imputados o para abogados y familiares de los enjuiciados, cualquier discusión acalorada o un disgusto por un fallo puede desencadenar reacciones de violencia, agresión o motín. Lo mismo pasa con algunos recintos carcelarios. La protección que se observa desde fuera de la cárcel de Najayo, por ejemplo, no parece ser la suficiente y eficiente, tratándose de un recinto en el que están miles de reclusos, muchos de ellos figuras relevantes acusadas de tráfico de drogas o de dirigir sicariatos. No es lo mismo en las cárceles modelo donde predomina un ambiente de mayor control, aunque esto no quita que puedan producirse, como al efecto se han producido, riñas o situaciones de cierta seriedad y peligro. Es necesario que esa reunión entre el jefe de la Policía y el Procurador General se haga pronto y que de ella salgan disposiciones efectivas para redoblar la vigilancia y la protección de nuestros tribunales y recintos carcelarios donde sea preciso hacerlo.