Atracos en minibuses
Una forma de atraco “express” y colectivo es el que usan ahora unos jóvenes pandilleros con los minibuses de algunas rutas del transporte público en la capital. Se montan en uno de esos vehículos que mayormente llevan más de una docena de pasajeros, y al llegar a un punto, por lo general cerca del barrio donde viven u operan esos asaltantes, detienen la marcha y a punta de pistolas o revólveres declaran el atraco. Les quitan las pocas pertenencias de valor a los pasajeros que, en su mayoría, son personas de limitados recursos económicos, y se alzan con el botín, seguramente para canjearlo por dinero y comprar drogas. No otra “necesidad” motivaría asaltos de este tipo contra gente que no tiene mucho que perder. La modalidad se ha establecido hasta tal punto que en un solo mes se han cometido quince asaltos contra minibuses de la ruta 29. Y de acuerdo con el patrón ya registrado, estos ocurren entre las 8:00 y las 10:00 de la noche. La Policía ha dispuesto reforzar la vigilancia en los puntos de destino que hasta ahora son de la preferencia de los pandilleros, porque parece imposible montar a un agente en cada minibús para asegurar al menos un control total de estos actos vandálicos. De todas maneras, se requiere de un plan de prevención y de vigilancia del mejor impacto, pues cada asalto representa una amenaza para las vidas de muchas personas al mismo tiempo, y los que los cometen parecen actuar con total desprecio hacia sus víctimas, ya que aparentan andar desesperados por conseguir dinero y drogas y en esa obstinación son capaces de lo peor. De acuerdo con el relato de choferes asaltados, esta modalidad de atracos se había popularizado el año pasado, pero la acción oportuna y permanente del programa de seguridad democrática Barrio Seguro la hizo aminorar sustancialmente. Ahora que ha rebrotado, mucha más razón para que la vigilancia sobre los pandilleros sea mayor y sostenida, hasta que la tranquilidad y la seguridad de los pasajeros sea garantizada a la mayor plenitud.