Ángulo de la ayuda
Después del terremoto, bachilleres y universitarios haitianos han venido a nuestro país a continuar sus estudios en institutos y universidades elevando sustancialmente sus matrículas. En algunos casos, la matrícula de estudiantes haitianos se ha más que duplicado, lo que ha conllevado a la ampliación de aulas y a la contratación de más profesores. Sobresalen los casos del Instituto Domínico-Americano y de las escuelas de idiomas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y de la Universidad APEC. Los haitianos prefieren aprender español e inglés, pero también hay muchos tomando clases de otras lenguas. Este incremento de estudiantes robustece la presencia de jóvenes haitianos que ya estaban cursando distintas carreras profesionales antes del terremoto en varias universidades dominicanas. Este es otro ángulo de la cooperación que brinda República Dominicana a Haití, al facilitar el acceso a las aulas universitarias a aquellos que no tienen ahora oportunidad de proseguir la formación académica en su devastado país, porque el terremoto del 12 de enero destruyó el principal centro de estudios superiores de Puerto Príncipe. Los haitianos han tenido buena acogida en las aulas universitarias dominicanas y, por el momento, a nadie se le ha ocurrido hablar de que son objeto de discriminación o de algún trato inapropiado. Por igual ocurre con niños y adolescentes que hoy se forman en escuelas dominicanas, algo importante para que cada cual viva y sienta el alcance de esta solidaridad que pocas veces se reconoce fuera y dentro de nuestro país.