Aprovechemos esas vallas

Hay lugares en que esas vallas usadas como fuentes de mensajes que promuevan la limpieza, el respeto a las leyes, el respeto a las señales de tránsito o el no consumo de drogas, pueden llegar a tener un mejor provecho ciudadano.

Ahora que han terminado las elecciones, creemos que todavía es posible sacar alguna utilidad a las vallas que usaron los candidatos para promoverse. En vista de que están en lugares estratégicos, los candidatos podrían donarlas para que clubes o asociaciones barriales, o los mismos ayuntamientos, cambien los contenidos de esas vallas por mensajes de valores. La primera tendencia, cuando todo proceso electoral finaliza, es retirar esos andamiajes para que no sean contaminantes visuales. Pero hay lugares en que esas vallas, usadas como fuentes de mensajes que promuevan la limpieza, el respeto a las leyes, el respeto a las señales de tránsito o el no consumo de drogas, pueden llegar a tener un mejor provecho ciudadano. No nos referimos a las vallas comerciales, esas que se alquilan de tiempo en tiempo a empresas o políticos, sino a las que los propios partidos desplegaron en barrios, calles y carreteras, de distintos tamaños, para promocionar sus candidaturas. No hablamos de dejarlas todas intactas, sino las que se consideren apropiadamente situadas como para que los mensajes tengan algun efecto positivo y permanente. Temas hay suficientes para abordarlos en una perspectiva de educación ciudadana y de reforzamiento a valores morales que poco a poco se han ido perdiendo en esta sociedad. Las vallas pueden ser un excelente vehículo para lograrlo.

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