COLABORACIÓN DELOITTE
Desarrollo económico y capital natural de República Dominicana

Un turismo no planificado viene a presionar aún más las amenazas naturales y sociales de los territorios. Por lo tanto, el desarrollo de un turismo comunitario, rural y/o cultural sostenible que genere a su vez alianzas con el sector público, privado, organizaciones no gubernamentales y el sector turismo local de capital internacional pueden generar un catalizador económico y social que, a su vez continúe, protegiendo y potencie la conservación del capital natural del país.
Por otra parte, se puede generar un encadenamiento para lograr prácticas de economía circular que puedan desarrollar proyectos para la gestión de los residuos sólidos valorizables, los residuos orgánicos, los ordinarios, así como el tratamiento de las aguas residuales. Además, este tipo de alianzas puede potenciar el desarrollo de proyectos de protección y conservación de la biodiversidad a partir de buenas prácticas en otras geografías, incluyendo la continuidad de los Pagos por Servicios Ambientales PSA en servicios ecosistémicos, ley 44-18 promulgada en el año 2018.
Este tipo de iniciativas busca soluciones de prevención versus corrección o reacción que han llevado a costos naturales, sociales y económicos muy altos en otras geografías del planeta.
En este sentido, República Dominicana tiene una potencia brillante en la geografía turística mundial. El país espera atraer a siete millones de turistas durante el año 2022; estos es 1,8 millones aproximadamente más que los recibidos en el año 2021. Estas cifras son significativas pues el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) del país proviene de esta actividad económica, donde el 50% de arribos de extranjeros ingresan por el Aeropuerto Internacional de Punta Cana. A partir de datos del Banco Mundial, el 19,2% del área total de República Dominicana (año 2021), corresponde con áreas protegidas terrestres y marinas. Para el 2015, el 5,3 % de la energía provenía de fuentes renovables excepto hidroeléctrica y el Índice de Capital Humano es de 0,5 con un índice de desigualdad relativamente bajo (0,39 para 2020).
Estos indicadores nos permiten afianzar la importancia de contar con la Ley General sobre el Medio Ambiente (Ley 64-00) de República Dominicana, la cual regula la naturaleza con sus ecosistemas, el potencial de las distintas regiones y sus recursos naturales, el equilibrio entre actividades humanas y entornos ambientales, los desequilibrios ecológicos por impacto antrópico, así como la regulación de nuevos proyectos y sus viabilidades ambientales.
El abordaje de esta ley permite conocer las actuales amenazas ambientales del país, que incluyen: deforestación por aumento en huella urbana, ordenamiento territorial, afectación en la biodiversidad, gestión integral de los residuos sólidos, seguridad hídrica, así como gestión de las aguas residuales y variaciones climáticas y sus impactos en infraestructura, agroindustria, comunidades. Para el medio ambiente y el turismo estos riesgos suponen una advertencia y llamado a la población a cuidar los recursos naturales.
- La autora es
Socia de Sostenibilidad Deloitte Spanish Latin America