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El mal común de los usuarios de Edeeste

Isidro Morales, tiene tres años residiendo en Villa Carmen, y desde entonces ha pasado de pagar 200 a 5,000 pesos por la luz que consumía en un solo mes.

Este significativo aumento de la mensualidad que experimentó Morales, no es un caso aislado, es sólo uno de los decenas de los que son víctimas los usuarios del suministro que provee la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este, S.A. (Edeeste).

Las cientos de quejas por este mal en la institución, aunque se desvanecen en el tiempo como una vela después de usada de la que solo quedan las gotas de cera sobre la mesa, se refleja en las estadísticas de reportes de reclamaciones de la Oficina de Protección al Consumidor de electricidad (Protecom), que en los últimos 14 años ha registrado 164,038 denuncias.

En el caso de Morales, este decidió mudarse solo al mencionado sector, ubicado en el municipio Santo Domingo Este, y regularmente la factura le llegaba de 200 y 300 pesos, poco después sus hijos y esposa le acompañaron a la residencia, totalizando cuatro adultos y tres niños.

“Cuando la familia coge para allá, que ya estamos todos allá, muchacha eso me subió a 1,200”, manifestó, haciendo énfasis en la nueva cuota que debía pagar.

Para este padre de familia de 62 años, el aumento parecía desproporcionado, ya que aunque ascendió el número de personas en el hogar, “la casa siempre para sola y vacía” con los adultos trabajando y los niños en las escuelas.

“Yo tengo una televisión, tengo una nevera, no tengo microondas, yo no tengo aire, yo no uso plancha”, enumeraba Morales, al tiempo que contó que se dirigió a una sucursal de Edeeste, donde hacía los pagos, para presentar su denuncia y de allí fue referido a Protecom.

Tras presentar su reclamación, Morales tuvo que esperar más de un mes, aun cuando Protecom establece un plazo de 20 días laborables para las solicitudes que requieran visitas al suministro y 10 para las que no.

“Nada, ellos van y revisan, y los muchachos deducen que el empalme del contador a la casa no tenía disque teipi y le agregaron a eso como que podía ser un falso contacto y al haber un falso contacto eso provocaba como que los relojes se dispararan”, explicó.

Con más tranquilidad, luego de la intervención, Morales recibió una factura que no esperaba.

“Muchacha, ahí fue que comenzó a subir. Hubo un mes… ¿Tu sabes de cuanto me llegó? de 5,000”, protestó.

Morales indicó, además, que tuvo que hacer hasta un acuerdo de pago para saldar la factura y que desde entonces notó que “no existe una institución que vele por uno”.

“Y ahí fue que yo comencé a quejarme, yo dije bueno, pero Dios mío, y yo con este trabajito y esta luz por donde va… diañe uno no tiene quien proteja a uno quien defienda a nadie. Yo me sentí impotente”, subrayó, mientras apretaba los puños como signo de la impotencia que refería.

Durante varios meses se mantuvo pagando cerca de 4,000 pesos y para ello sus hijos tuvieron que asumir la mitad del gasto porque, según dijo, ya no podía más.

Morales reveló, además, que justo en la misma calle en que vive hay personas que “no pagan la luz y ni tienen contadores”.

“Al lado de mi casa hay una casa de dos niveles y eso es como una vecindad; ellos ni miran pa ya (refiriéndose a los empleados de Edeeste) y ahí no hay contador. Al ladito de mi casa”, expuso, al tiempo que destacó que “la corporación tiene que soltar la política de que si tu tiene un contador y en tu calle hay 10 casas, a ti te cargan la que no pagan ellos”.

Otro que comparte el mismo punto de vista es Braulio Hernández, un joven de 29 años que reside junto a sus padres y un hermano en el barrio Puerto Rico, Los Mina.

Hernández aseguró que en los más de 10 años que tienen con el contrato de luz, fue el pasado año 2021 cuando comenzaron a percibir el aumento, pasando de 600 hasta 1,000 y 1,200 pesos.

De acuerdo con sus declaraciones, “todos los meses sube la luz de poco en poco. 100 pesos o 200 pesos”.

“Aquí todo el mundo trabaja y nadie para en la casa, entonces no hay una razón lógica por la cual el consumo de luz suba para cuando no se está consumiendo luz”, argumentó Hernández, señalando, también, que aun cuando en su comunidad el servicio es “24/7”, se está yendo.

A diferencia de Morales, Hernández y su familia no han realizado una reclamación formal debido a que consideran “uno pierde su tiempo con ellos”.

“O es tener la luz con ellos, o es robársela o es no tener luz”, resaltó con notable molestia.

El joven estudiante dijo reconocer que la tarifa de la luz se ha disparado mundialmente y que ya el Estado no va a subsidiar, pero que “si la cosa está tan mala, debería estar la cosas parejas”.

“Uno no puede estar pagando tanto de luz para cuando hay personas que ni siquiera la pagan”, agregó.

Por otro lado, entre las más de 29,000 quejas por facturación alta que se interpusieron por ciudadanos contra Edeeste en los últimos dos años, de acuerdo con los datos obtenidos a través de libre acceso a la información pública, está la de Úrsula Espinal, quien después de meses de lucha se dio por vencida ante las respuestas desfavorables de los organismos pertinentes.

Su historia comenzó en 2020 cuando recibió facturas que hasta triplicaban la suma del consumo al que ya estaba acostumbrada a pagar, 1,000 pesos mensuales, por lo que “de inmediato” procedió a poner una reclamación en Protecom.

“Duraron seis meses para darme respuesta, y después mi solicitud fue rechazada porque según ellos era considerado improcedente”, externó la madre de familia que reside en Los Mameyes.

La inconformidad con el resultado, le impulsó a continuar y afirmó que hasta llevó el caso a la Superintendencia de Electricidad (SIE), donde tuvo que esperar una reacción por casi ocho meses, “a pesar de la insistencia, llamadas, visitas, entre otros movimientos”.

Posteriormente, le informaron que la reclamación era improcedente, y que si había consumido la energía, pero que si quería continuar, tenía un plazo de 30 días hábiles para impugnar mediante “Recurso Contencioso Administrativo”, ante el Tribunal Superior Administrativo.

Ante la magnitud del procedimiento que debía incoar, Espinal reflexionó sobre la gasolina, llamadas y tiempo que ya había agotado, y el que le faltaba por invertir.

“Al final gasté el doble en combustible, y sentí que se violentaba mi derecho fundamental”, concluyó.

No desistir, lo difícil

Sin embargo, dar continuidad es la principal recomendación que hace el ingeniero José Luis Moreno, director del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

“Nunca dejen de reclamar, porque el consumidor tiene derechos, ningún consumidor se queja por quejarse”, sentenció.

No obstante, aclaró que estas denuncias ameritan de una inspección para identificar el problema, pero esto “no se hace de manera asegurada y por eso se acumulan”.

En ese sentido, sugirió al organismo acercar las oficinas a los usuarios para agilizar estos escenarios.

Estadísticas

Mientras tanto, Edeeste permanece en el tope de las estadísticas que revelan la frecuencia con que la población expresa su indignación por las facturas de electricidad que pagan.

Entre 2008 y 2010, acumuló un total de 7,347 denuncias por alta tarifas, y otras 27 por facturación con tarifa contratada incorrectamente, de acuerdo con tablas de datos obtenidas del Protecom, también por medio de libre acceso a la información.

Según Natanael Lora, abogado del cuerpo que compone al Defensor de Pueblo, entre el 60 y 80% de las reclamaciones que llegan a Protecon diariamente, corresponden a facturación alta.

Para Lora las molestias se deben a una combinación de fallas en el sistema de medición, el personal y los quipos.

“Se ha demostrado, en los últimos años, que los equipos tienen baja calidad. El cableado que se ha estado utilizando, en los últimos años, es de aluminio no tan resistente”, señaló.

El escollo

Y detrás de estas quejas, que con el paso de los años no han hecho más que crecer y dejar inconformidad entre los afectados, surge la interrogante de cuál podría ser la causa de la ineficiencia de esta distribuidora para medir de forma justa el consumo y qué está haciendo para mejorarlo.

Durante varias semanas el equipo de investigación intentó obtener la respuesta directa de las autoridades que administran la institución encabezadas por Andrés Astacio, el también vicepresidente ejecutivo de las Empresas Distribuidoras de Electricidad y Secretario del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad.

La misión no obtuvo la anhelada contestación, debido a que, según su equipo de relaciones públicas, el funcionario debía viajar constantemente a la zona norte del país para resolver temas de urgencia.

Aunque no entró en detalles, subrayó que el titular de Edeeste está haciendo “todas las gestiones para disminuir ese trago amargo”, pero hay que hay que “darle tiempo”, ya que “un problema tal vez de 20 años como lo tiene esa empresa no se va a solucionar en cinco o seis meses..

Destacó que debe considerarse una reingeniería técnica, comercial y financiera a la entidad para que mejoren los procesos.

Por otro lado, respecto a las posibles razones que mantienen al organismo en la ya referida posición estadística, el director del Instituto de Energía de la UASD explicó que Edeeste “es la que tiene mayor déficit de las tres distribuidoras, y eso ha sido tradicionalmente así en cuanto a la cantidad energía que logra cobrar de la que suministra”.

En consecuencia, detalló que han establecido una medición promediada y que es asignada por vía administrativa.

“Ellos no van y toman lectura si no que le sacan un promedio y le facturan con el promedio, pero los promedios esos, muchas veces, no representan realmente la realidad”, destacó.

Moreno reveló que con este sistema de medición tratan de cubrir las pérdidas.

“Promedian los consumos, entonces en estos casos, muchas veces, lo que hacen es que se curan, se ponen consumos muy por encima a lo que es el promedio, entonces le llega una factura que no guarda relación con los consumos históricos, y es cierto que eso sucede con frecuencia, en esa distribuidora más que en las otras”, especificó.

Lo que no se ve

Las consideraciones del experto encuentran confirmación en el testimonio de un empleado de la entidad con quien tuvo contacto el grupo de periodistas y a quién se le asignó Rubén Gutiérrez como nombre, para proteger su identidad.

Gutiérrez, con más de cinco años en la institución, declaró que en múltiples ocasiones ha sido testigo de las “vueltas” que se hacen para realizar una medición.

Según el empleado, sí se maneja el modelo de promedio en varios puntos del territorio que le corresponde a Edeeste, pero en el caso de aquellos a los que se les debe hacer la lectura personal, si se cometen errores en la estimación de consumo.

“Son cosas que yo no debo de decir. Óyeme, esos medidores que los lectores(personal que mide) han cometido el error de ponerle equis cantidad de kilos de más, ellos, para no tener problemas con el sistema en sí, están mandando a cambiar esos medidores para poner uno nuevo y retomar otra vez las cosas”, desglosó.

RD en América

Según el más reciente estudio de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Barbados, Jamaica, El Salvador y Guyana encabezan la lista de países con la tarifa de energía eléctrica más costosa de la región de una investigación que analizó 22 naciones.

Este trabajo, colocó a República Dominicana en el puesto decimocuarto, con un precio promedio de US$131.62. KW.H.

H. Amparo / S. Eves/ Ú. Espinal / J. Santana "Trabajo de investigación de la tercera ronda del diplomado internacional en periodismo internacional, impartido a través de la carrera en Comunicación Social y Medios Digitales del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo".

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