Economia & Negocios

Economistas proponen reducción de circulante para amortiguar alza de precios

Jhenery RamírezSanto Domingo, RD

Ante la expectativa de que los precios de los bienes sigan aumentando en 2022 en República Dominicana debido a factores externos como el alza del petróleo, el retraso de los contenedores y el aumento del costo de los fletes, economistas dominicanos han propuesto que una forma del país contrarrestar esta situación es reduciendo el circulante en el mercado. Para este año organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), las firmas calificadoras de crédito y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ya han presentado que la economía dominicana crecerá en este 2022 por encima de su potencial, que es 5%. Sin embargo, las autoridades deben estar alerta para contrarrestar la inflación, una situación mundial. El economista Jonathan D’ Oleo Puig comenta que la reducción de la oferta de dinero por parte del Banco Central permitiría una baja de la inflación. Según él, esta disminución debe ser entre los 50 a 200 puntos básicos y es una estrategia que debe implementarse de forma escalonada. D’ Oleo Puig indica que es necesario para enfrentar la inflación mantener y mejorar el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). “Para esto recomiendo, entre otras cosas, eliminar escollos al desarrollo en la forma de decretos que imposibilitan el desarrollo turístico de zonas como Samaná y Barahona. La eliminación o modificación de esos decretos aumentarían significativamente todos los componentes que afectan el PIB empezando con la inversión, naturalmente”, comenta. Para D’ Oleo, en sentido general es preciso tener un inventario de los recursos productivos que actualmente están en estado ocioso en el aparato económico dominicano y proceder a ejecutar políticas para activarlos y dinamizar la producción en el corto y mediano plazo. El economista resalta que con un aumento en la producción aumenta el ingreso, el cual, a su vez, ayuda al ciudadano promedio a hacerle frente a la inflación, pero también sugiere que las personas busquen ingresos extras. “Entiendo que a nivel individual cada persona debe buscar modos y maneras de aumentar su ingreso a razón de por lo menos 15 a 20% para enfrentar exitosamente la escalada en los precios de los productos de la canasta básica y otros renglones”, señala. Gastos corrientes Sobre este tema, D’ Oleo añade que es difícil bajar los gastos corrientes bajo la situación actual. Sin embargo, el mismo se puede reducir significativamente a través de la eliminación de subsidios a grupos de intereses, como el sindicato de chóferes. “También se puede reducir de manera considerable controlando el uso de los servicios públicos, especialmente de salud y educación, a personas que están en el país de manera irregular. Esto debe hacerse a nivel de la raíz del problema que es la situación en la frontera”, considera. Control de precios internamente Sobre la inflación, el economista Arturo Martínez Moya reitera que los aumentos de precio son a nivel mundial, o sea, que no es un fenómeno exclusivo de República Dominicana y que ante esta situación hay que tomar internamente algunas medidas que tienen que ver directamente con la producción local. “Hay un elemento que también puede contribuir con los aumentos de precios internos y es el exceso de circulante de la economía. Entonces, el Banco Central de manera provisoria ha subido en 150 puntos básicos la tasa de interés y hoy está al nivel de antes de la pandemia, o sea que no se ha excedido sino que volvió a estar como en 2020”, sustenta el economista. Recuerda que de 2020 a 2021 se había disminuido la tasa de política monetaria para incentivar el crédito a los sectores productivos, por lo que, de hecho, aumentó un 5% la liquidez del sistema bancario que se puso a disposición de los consumidores y productores, fundamentalmente de las empresas medianas y pequeñas. Martínez Moya destaca que el año pasado el aceite y los granos aumentaron más del 30%, lo que se mantiene debido al atasco que hay por la reducción de la mano de obra en la producción de los campos y las fábricas a nivel mundial. El economista refleja que esto ha reducido la oferta, ha aumentado el flete marítimo y generado retrasos por falta de conductores de transporte de mercancías por la variante ómicron. Una solución que presenta Martínez Moya es aliviar el peso de una crisis que viene desde fuera, tratando de controlar internamente la propagación del ómicron para que haya la menor cantidad posible de trabajadores ausentes y el país pueda seguir con el ritmo de producción en el campo y en las fábricas, y así evitar que se reduzca la oferta y aumentar los precios de los productos generados. Tenemos que tratar de tomar las medidas sanitarias necesarias que haya que tomar y mantenerlas al costo que sea y no parar la producción. Siempre es mejor así, gastar lo que sea en salud pública y mantener en control la propagación de la variante para que no se paralice la economía porque eso sí contribuye con los aumentos de precio”, refiere Martínez Moya. Otras estrategias El economista Antonio Ciriaco Cruz piensa que el Gobierno dominicano deberá establecer el subsidio de manera temporal a los combustibles porque ese es un mecanismo de minimizar y mitigar los efectos negativos de los precios de éstos a nivel mundial. Ciriaco Cruz comenta que a pesar de que el presidente Luis Abinader ha asegurado que el subsidio de los combustibles no será igual que el año pasado, esta situación es muy contundente. Además, el también vicedecano de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) considera que el gobierno debe establecer una amnistía arancelaria a aquellos insumos como el maíz, el trigo, las grasas comestibles, para evitar que esos commodities tengan un impacto negativo en los costes de producción, y así evitar un impacto en productos agropecuarios y otros productos básicos. En el caso del gasto corriente, dice Ciriaco Cruz dice que el gobierno deberá seguir profundizando en la racionalización del gasto público e ir combatiendo la evasión fiscal como un mecanismo de mejorar las recaudaciones.