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CON EL SUDOR DE SU FRENTE

Hasta al "chinero" quería hacerle una aplicación

Yoel y Jenny fundaron a Mixart uniendo sus conocimientos en la industria de software y la administración. RAÚL ASENCIO/LISTÍN DIARIO

Yoel y Jenny fundaron a Mixart uniendo sus conocimientos en la industria de software y la administración. RAÚL ASENCIO/LISTÍN DIARIO

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Jhenery RamírezSanto Domingo, RD

Yoel Leonardo y Jenny Campechano tenían algo muy claro a la hora de emprender: la industria del software no discrimina clientes ni sectores. Por eso, parte de su filosofía ha sido la famosa frase del insistir, persistir y nunca desistir.

Independizarse no es fácil. Sin embargo, como pareja, Yoel y Jenny supieron unir sus conocimientos profesionales para lograr sus sueños. Él estudió ingeniería en software y ella es administradora de empresas.

La idea de fundar Mixart, una compañía dedicada a la creación de plataformas digitales, programas de ingeniería de sistema, páginas web, entre otros tipos de aplicaciones, era el gran anhelo de Yoel desde sus 15 años.

Como el inicio de cualquier emprendimiento, encontró un camino difícil y cargado de retos, con la expectativa de si funcionaría o no, pero Yoel no se rindió. Sabía que iba a caerse muchas veces antes de que llegara su oportunidad. En la universidad, Yoel conoció a Jenny y a ambos los unió su deseo de salir adelante, lo que motivó a este ingeniero a contarle a quien se convertiría más tarde en su esposa, sus planes con Mixart. Los dos empezaron a adquirir experiencia en el sector privado, en empresas relacionadas con la industria del software.

Y un día, sin esperarlo mucho, llegó la oportunidad de por fin hacer realidad el sueño de Mixart, que ya también se había convertido en uno más de Jenny.

Una empresa canadiense se interesó en el trabajo de Yoel como ingeniero en software, por lo que tuvo una primera entrevista con los ejecutivos de la organización y ahí se le comentó lo que se buscaba. De ese primer contacto, con los datos ofrecidos, Yoel preparó todo lo que necesitaban ellos y así en el segundo encuentro él y Jenny le mostraron el sistema preparado y la constitución de la compañía.

Adelantarse a los acontecimientos demostró sus niveles de productividad y el tiempo que tenían esperando ese momento, por lo que no se dieron el chance de dejarlo pasar, aunque duraron días sin parar de trabajar y noches sin dormir.

Una anécdota que hace reír a carcajadas a Yoel y a Jenny es que en sus inicios, aunque ya Mixart contaba con los clientes canadienses, sabía que necesitaba también crecer y darse a conocer en el mercado local. Por eso, Yoel le preguntaba a todo el que conocía o se encontraba en las calles si tenía una página web para su negocio o comunicarse con sus grupos de interés.

Un día, en medio de un tapón, Yoel bajó el cristal del carro a un vendedor de naranjas y trató de convencerlo de que en su negocio podría tener una aplicación de ventas de “chinas”, como se conoce a esta fruta en República Dominicana.

En la entrevista con Listín Diario, Yoel seguía siendo enfático y defendiendo su causa, porque para él no importa si es trabajador formal o informal, la tecnología puede impulsar su labor.

“Fíjate, con una aplicación, esa persona puede ofrecer la venta de jugos de naranja naturales o las mismas naranjas a personas cercanas a su ubicación y quien sabe que tan lejos llegaría este modelo de negocio”, cuenta riendo Yoel y Jenny solo expresaba “él a todo el mundo le quería hacer una página web o una app e insistía en sus ventajas”.

Su gran equipo Y aunque parezca jocoso, justo esa forma de soñar sin límites en cuestiones de tecnología fue la que impulsó el desarrollo de Mixart y sus propios dueños, ya que hace menos de cuatro años cuando Yoel y Jenny fundaron su empresa, ellos dos eran los que se encargaban únicamente del negocio en su respectiva área, hasta que pasaron de ser solo una pareja trabajando en equipo a dirigir más de 14 personas.

Para Yoel y Jenny, en Mixart no es negociable el trato a sus colaboradores, quienes son los que les acompañan en la ejecución de su sueño.

DETALLES

Un tesoro Estos emprendedores piensan que a muchas empresas les hace falta pensar en sus colaboradores, hacerlos sentir como en casa, que son una familia y que lo principal para desarrollar a una compañía es su gente.

Boom La pandemia benefició al crecimiento de Mixart, pues ahí fue cuando algunos empresarios reconocieron que debían estar en constante comunicación con sus clientes y una forma de hacerlo era a través de aplicaciones o páginas web.

Temor inicial Para Jenny, el mayor miedo que tienen aquellos con deseo de emprender es el registro de la empresa y el manejo de impuestos, lo que puede parecer “abrumante” al inicio.

Estos emprendedores no negocian el trato a sus empleados. RAÚL ASENCIO

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