La revolución del SPAC
Un SPAC (Special Purpose Acquisition Companies) es un vehículo de inversión que utiliza una combinación de los fondos procedentes de un IPO (Initial Public Offerings) y otras fuentes de fondos adicionales para financiar la adquisición de una empresa. A través de este vehículo, los fondos recaudados del IPO buscan completar la adquisición de una compañía operativa existente (target), generalmente, en una industria o geografía específica, dentro del período establecido en los documentos rectores del SPAC. Si el SPAC completa con éxito una adquisición, la compañía target se convierte, efectivamente, en una empresa pública.
El incremento en el uso del SPAC como alternativa de negocios en los meses recientes, es el resultado de diferentes factores de mercado que se han acrecentado por la volatilidad atribuible a la pandemia del COVID-19 y han brindado credibilidad a esta estructura como un vehículo de inversión confiable, sin embargo, hay diferentes elementos a nivel de la estructura interna de las compañías y gerencias que participan en este tipo de transacciones que se deben considerar como parte de los factores de riesgo de este vehículo y las perspectivas a futuro.
Una vez que se hace efectiva la adquisición a través del SPAC, las funciones y responsabilidades de la entidad deben hacer foco a los nuevos requerimientos de reporte de la nueva compañía pública resultante, esto involucra la evaluación de la capacidad de las funciones de administración y finanzas, adecuación de los procesos y controles internos, planificación fiscal, riesgos tecnológicos, auditoría interna y una transformación de la estructura de gobierno.
La asistencia de asesores y consultores durante el ciclo del “SPAC” son fundamentales para la administración de los riesgos de esta revolución que ha transformado el mercado de las empresas que optan por salir al mercado a pesar de los riesgos y retos que esto representa.