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La Teoría Monetaria Moderna

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Luis Manuel PiantiniSanto Domingo

La Teoría Monetaria Moderna enseña que si la inflación está por debajo del nivel de la meta fijada como objetivo por las autoridades monetarias, los bancos centrales podrán emitir recursos financiados a las economías hasta que se logre dicha meta, ya que existiría suficiente espacio para aumentar el PIB Real, si este se encuentra debajo de su potencial calculado, el cual está determinado por la disponibilidad de mano de obra, la de capital y sus productividades. En los Estados Unidos, la baja inflación y el pleno empleo son los objetivos buscados

Esta teoría se viene aplicando durante las dos primeras décadas de este siglo y milenio, por los bancos centrales de los países desarrollados, para enfrentar crisis profundas como la financiera ocurrida entre el 2008-2009 que provocó una crisis económica global, y ahora con mayor intensidad desde el año pasado, para enfrentar la caída en la demanda y oferta globales provocadas por la pandemia del Covid-19 que afecta a la economía mundial.

Ambas crisis son de diferentes orígenes, y las dos tienen efectos diferentes. Una fue bancaria, desconectándose el crédito del resto de la economía hasta que los bancos se capitalizaran, por lo que las inyecciones monetarias de la Reserva Federal prácticamente se congelaban en la banca, hasta que los bancos lograran elevar sus reservas de modo de compensar las pérdidas acumuladas por los créditos que caían en atraso de pagos. O sea que la mayoría de esas inyecciones no se sintieron en la economía, y por eso fue tan lenta la recuperación posterior. La crisis actual es producto de la caída en la oferta y demanda globales por las fuertes restricciones impuestas por los gobiernos al movimiento de personas y a las operaciones de las empresas. Estas restricciones han generado una caída sin precedente de más del 5% en la economía global. Para combatir la falta de liquidez, las ayudas gubernamentales a las personas, sectores sociales y las empresas, los EU el pasado año alcanzaron un déficit fiscal equivalente al 16% del PIB. De incluirse los 0.9 trillón, aprobados en diciembre pasado, para apoyo a personas, familias y empresas, este déficit llegaría al 20% del PIB. En el mismo año el ahorro privado se elevó a $1.6 trillones de dólares en medida americana, y la Reserva Federal emitió una cantidad un poco inferior a la que había emitido desde su creación hasta el 2019, unos dos millones de millones en dólares. Con esta enorme acumulación de recursos en poder de la banca, las empresas y las familias, el congreso americano aprobó el pasado día 10 del presente un paquete fiscal por valor de $1.9 trillones de dólares, lo que elevaría a $5 trillones de dólares, el paquete de la ayuda federal desde el mes de marzo del 2020. Este valor es equivalente al 25% del PIB corriente de los EU estimado en $20 trillones de dólares. Dicho valor es igual al valor total del PIB corriente de Japón. Este paquete fiscal de $1.9 trillones ha causado alarma en economistas Keynesianos de renombres como Larry Summers ex secretario del Tesoro de Obama, Martin Wolf editor económico del Financial Times y el Señor Blanchard economista principal del FMI entre el 2008 al 2015. Para estos, inyectarle la totalidad de esta cantidad adicional al torrente de liquidez existente en manos de las familias, las empresas y los bancos, podría provocar un sobre calentamiento de la economía pues esta crecería muy por encima de su potencial (la OECD estima ahora el crecimiento de EU para el 2021 en unos 6.7%, prácticamente duplicando el crecimiento estimado en el pasado otoño). Para dichos economistas, este torrente monetario podría impulsar un proceso inflacionario, aumentos en las tasas de interés y rompimiento de burbujas financieras con impagos de la elevada deuda a nivel global, precipitándonos a una nueva crisis económica en el mediano plazo. Es importante recordar que en esta oportunidad los bancos están bien capitalizados y solo esperan que la incertidumbre sobre la pandemia se minimice para comenzar a soltar los créditos y las familias a aumentar sus gastos al igual que las empresas.

En los Estados Unidos (EU) el objetivo meta de inflación es del 2% anual, pero las autoridades de la Reserva Federal (RF)han insinuado que estarían dispuestas aceptar un límite del 3% de inflación para comenzar a aplicar medidas de restricción monetaria. La tasa de inflación anual al mes de febrero fue del 1.68% y la de enero de 1.40% ya que la inflación mensual fue de 0.55% en febrero, apuntalando la tendencia alcista siendo en enero del 0.43%. Esta tendencia de acelerarse provocará que se adelante la restricción en la política monetaria lo que aumentaría la tasa de interés para evitar que la inflación supere el 3%. Actualmente las tasas de interés de la RF tienen un rango del 0-0.25%, dependiendo del plazo y uso de los fondos, tasas que se han mantenido durante el último año. La tasa de desempleo se situaba el pasado febrero en 6.3%, dos veces el nivel de la tasa que se consideraría empezaría a presionar hacia la aceleración de un proceso inflacionario por el incremento en los salarios debido a la escasez de disponibilidades de trabajadores. Pero actualmente hay 9.5 millones de personas desempleadas y para la secretaria del Tesoro señora Janet Yellen la Reserva Federal y el gobierno deberán de seguir expandiendo con recursos el mercado, hasta que la tasa de desempleo llegue a su nivel de pre-pandemia, un 3.5% de la fuerza laboral.

Ahora bien en la actualidad hay elementos externos que pueden llevar a que la Reserva Federal se adelante a iniciar políticas de restricción monetaria, si los precios de las materias primas continúan con su acelerada tendencia de crecimiento iniciada el pasado otoño. A esto se agrega el costo del transporte marítimo que por falta de contenedores para embalar y puertos abarrotados que impiden las operaciones de carga y descarga, han quintuplicado el precio de ese transporte. Del aumento inflacionario desde el pasado mes de julio 0.4 puntos porcentuales se le atribuyen al efecto de esos factores sobre el índice de precios en los Estados Unidos.

Las economías de la región serán beneficiadas del impulso del crecimiento en la economía estadounidense y de su paquete de apoyo a las familias con el ingreso de mayores valores de remesas, en los dos primeros meses del presente año hay países de la región que vieron aumentar esa partida externa en más del 20%. También nos beneficiaríamos con mayores volúmenes y valores de nuestros bienes y servicios exportables a esa economía. Pero también estamos siendo perjudicados con el aumento en el precio del petróleo el cual había caído a menos 38 dólares en abril del pasado año y hoy se encuentra en $64 dólares, constituyéndose en un factor inflacionario en nuestras economías.

Por último es importante referirnos al contenido de la carta que la Señora Janet Yellen envío a los ministros de hacienda del G7 en su reciente reunión de hace pocos días. En ella se refiere a la necesidad de que todas las economías desarrolladas mantengan el pie en el acelerador expansivo de sus políticas fiscal y monetaria, hasta que se logre apuntalar un crecimiento mundial sostenido. Otro elemento fue sobre la necesidad de buscarle una solución rápida al problema del endeudamiento externo de los países de bajos ingresos a través de mecanismos innovadores del FMI y del BM. Propuso también que el FMI emitiera Derechos Especiales de Giros por un valor no especificado pero que el Financial Times los ubica en unos 500 billones de dólares. Para la Señora Yellen esta emisión de DEGs le daría espacio fiscal a los países de bajos ingresos para enfrentar los cuantiosos gastos sociales y de Salud asociados a la pandemia del COVID. También instó a los países desarrollados que la emisión recibida que les corresponde en el reparto en proporción a sus cuotas en el FMI, sea puesta a disposición para el uso de los países de bajos ingresos. Para los países de ingresos medios, que son los casos de los países de nuestra región, condicionó su uso a que sean favorecidos gobiernos transparentes y responsables en el manejo de sus economías y reservas. Naturalmente que este mecanismo de donación de liquidez mundial, podría convertirse en un instrumento idóneo para reducir nuestros elevados niveles de endeudamiento, pero con la emisión de mayores valores que el mencionado.

Los países integrantes del DR-Cafta pueden aprovechar la actual coyuntura de agobios alimentarios por la pandemia, desastres naturales, y ahora por el alza de las materias primas, para promover una política conjunta con EU de acciones dirigidas a lograr la urgente seguridad alimentaria, y así vencer la escasez, los períodos de repuntes inflacionarios y los elevados niveles de pobreza rural en las regiones de Centroamérica y del Caribe.

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