Un auditor más independiente y objetivo
La independencia y la objetividad son dos aspectos fundamentales que definen el rol del auditor interno de acuerdo con el nuevo “Modelo de las Tres Líneas” emitido por el Instituto de Auditores Internos (IIA por sus siglas en inglés).
Este nuevo modelo emitido durante el mes de julio de 2020, es la actualización del IIA del modelo de las “Tres Líneas de Defensa” y tiene un propósito muy similar: ayudar a las organizaciones y a otros, a comprender cómo varios componentes, incluyendo la auditoría interna, contribuyen a la gestión de riesgos, a fin de optimizar la creación de valor y evitar la confusión, la duplicación, la superposición y las ineficiencias.
Con este nuevo modelo, el rol de auditoría interna proporciona aseguramiento independiente y objetivo sobre la eficacia de los órganos de gobierno contribuyendo en la gestión de riesgos de las compañías. Adicionalmente, este nuevo modelo destaca la independencia de auditoría interna respecto de las responsabilidades de la gerencia como un principio fundamental para su objetividad, autoridad y credibilidad.
Un rol de auditoría interna independiente, permite proporcionar claridad y confianza para promover y facilitar la mejora continua a través de una investigación rigurosa y una comunicación perspicaz.
En la actualidad las organizaciones se enfrentan ante un entorno más complejo y volátil originado por los impactos de la pandemia del COVID-19 a nivel global, los cuales han modificado e incrementado los riesgos a través de un proceso acelerado de transformación digital, implementación de plataformas para el trabajo remoto y toma de decisiones en un entorno cargado de incertidumbre.
Ante estos retos, la rendición de cuentas ante el órgano de gobierno, el acceso sin restricciones a las personas, los recursos y los datos, la ausencia de prejuicios e interferencias en la planificación y prestación de servicios de auditoría, pueden ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Los organismos reguladores, los usuarios de la información financiera y la sociedad, en general, esperan encontrar fiabilidad, coherencia y transparencia en la información necesaria para la toma de decisiones, esto sólo es posible mediante la implementación de estructuras y procesos que ayuden a alcanzar los objetivos y faciliten una dirección sólida acompañada en la independencia y objetividad del auditor.
* El autor de esta columna es Socio Auditoría de Deloitte República Dominicana