PANDEMIA
Tres regiones de Nueva York reabrirán poco a poco
Tres regiones del estado de Nueva York, epicentro de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos con más de 26,600 muertos, podrán reabrir gradualmente como estaba previsto el 15 de mayo, pero no aún la Gran Manzana, informaron el lunes las autoridades.
“Empezamos un nuevo capítulo hoy de muchas maneras”, dijo el gobernador Andrew Cuomo en conferencia de prensa, al anunciar la reapertura parcial de la construcción, la industrias y el comercio minorista con entregas de las compras fuera de locales en tres de las 10 regiones de este estado de 19 millones de habitantes.
“Es una nueva fase” tras el confinamiento decretado el 22 de marzo, añadió.Pero en la ciudad, el mayor foco del epicentro, la mayoría de los comercios no esenciales no podrán abrir por lo menos hasta junio, advirtió el alcalde Bill de Blasio, sin dar una fecha precisa.
“Siempre nos guiaremos por los datos. Son bastante buenos y consistentes. Pero aún no están donde precisamos (...) Eso nos lleva a junio”, dijo el alcalde en conferencia de prensa.
“Al acercarnos a comienzos de junio, podremos decir si las cosas realmente se encaminan y cuáles son las áreas en las que podremos comenzar a tener alguna flexibilidad”, añadió.
La cifra de muertos por coronavirus en el estado de Nueva York en las últimas 24 horas es la más baja desde el 27 de marzo, 161 fallecidos, dijo Cuomo, contra 799 muertos en el ápice de la pandemia el 9 de abril. Los nuevos casos en 24 horas cayeron a menos de 500.
Sin subway nocturno En tanto, desde que unió por primera vez el Bajo Manhattan y Harlem en 1904, el “subway” de Nueva York nunca dejó de funcionar. Hubo breves interrupciones por el ataque terroristas del 11 de septiembre del 2001 y por huracanes y tormentas, pero por más de 115 años el rugido metálico del tren subterráneo ha mantenido latiendo el corazón de la ciudad. Si hay algo que nunca duerme en Nueva York, es su subway.
La semana pasada, los trenes se detuvieron por primera vez en una suspensión planificada. Entre la una y las cinco de la mañana se desinfectan vagones y estaciones en una humilde concesión a la pandemia del coronavirus.