TESTIMONIO COVID-19

“Escuchas la ambulancia y dices Dios mío otra gente más que se muere”, así describe una joven dominicana lo que se vive en Italia

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Patria Reyes RodríguezSanto Domingo, RD.

“La gente entra al hospital pero no sabe cómo va salir, escuchas la ambulancia y dices Dios mío otra gente que se muere o está grave”, así muestra la joven dominicana Rosemary Tineo lo que se está viviendo en Chiari, una localidad italiana de la provincia de Brescia, Lombardía, donde vive desde hace 11 años junto a sus hijos y esposo.

Su tono de voz deja sentir su tristeza, como si las palabras salieran del horror que quiere describir. “Da pena, porque tú ves tus vecinos, las personas ancianas muriendo, de un día a otro, hoy lo ves bien y ya mañana te dicen, murió”, detalla Rosemary mediante videollamada.

Recuerda que todo comenzó el 23 de febrero, día de carnaval en el pueblo, los niños estaban en la casa y entraban a la escuela ese miércoles, emitieron un decreto de que no se podía salir y suspendieron el carnaval, luego las calles quedaron vacías y la gente se volvió como loca comprando en los supermercados, afirma que esa reacción de la gente, de salir despavorida a la calle, es lo que ha hecho que todo sea peor.

“Esa inconciencia de la gente ha generado más tragedia”, expresa con tono depresivo.

Rosemary indica que ella y su familia están bien y hasta ahora no les ha faltado comida, pero dice que le entristece ver a personas de avanzada edad que viven sola, como la madre de su esposo, y señala que “es muy duro verle el miedo en los ojos” y sentir cómo todo está cambiando, sus amigos y amigas muriendo cada día.

En Italia, hasta este miércoles, la cifra de fallecidos por coronavirus ascendía a 7,500 y los casos de contagios alcanzaban los 74,000, solo ese día el número de muertes rondaba los 683 y 5,210 nuevos casos de contagio confirmados.

Rosa, como le dicen sus familiares cercanos, refiere que sus hábitos de vida han cambiado y que por su condición de salud (sufre de lupus) tiene temor de salir a la calle por lo que es su esposo el que se encarga de salir a comprar una vez por semana y atender las necesidades de su suegra. Refiere que para salir, no importa la hora, deben llenar un documento y fírmalo donde indican los motivos de salir de la casa y si la policía lo detiene y no está haciendo lo que dice el formulario le ponen una multa.

El miedo y la soledad que sienten las personas, sobre todo las envejecientes, impacta el corazón de Rosa y se pregunta “mañana cuando todo esto termine ¿cómo será la vida?” y la respuesta surgió sin reparo “habrá que comenzar de cero a asumir la vida y asimilar que muchas de las personas que vivían a nuestro alrededor, ya no están”.

Su miedo por República Dominicana

Rosa muestra su temor por sus familiares en República Dominicana, porque dice que “en Santo Domingo todo lo cogen a relajo”. Explica que ella vive en una zona donde están muriendo mucha gente, “donde estamos viendo la muerte día a día y la gente que llora y está mal, mientras que en Santo Domingo siguen saliendo”.

Destaca que llamó a su hermana y le habló claro, que esto no es una simple gripe “en Santo Domingo no existen las condiciones para superar esto sin que muera mucha gente”, insiste.

“La gente debe pensar algo, si este virus te toca y te lleva, qué te vas a llevar, te vas, te vas solo, sin nadie de tu familia, sin una caricia, sin nada, porque entras al hospital y no sabes si vas a salir y yo espero que la gente entienda eso”, reflexiona intentando que se haga conciencia de la gravedad de lo que plantea la lucha por la vida ante el coronavirus.

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