“Tuve la mala suerte de que me fue bien”
Mientras doña Elena, de 83 años, hablaba con LISTÍN DIARIO se apretaba fuertemente las manos. VÍCTOR RAMÍREZ
Doña Elena (nombre ficticio) es una señora de 83 años con dos carreras: educación y derecho. A pesar de esto, el casino fue su vía de escape para superar la muerte a destiempo de su esposo y un hijo de 22 años.
Hace 30 años fue a un bingo, pero para su personalidad le parecía un “poco aburrido” y tuvo la “mala idea” de entrar a un casino que le quedaba cerca. En ella no valieron los años de estudio. Tampoco la frenó el hecho de tener un colegio, el cual abandonó para irse a Estados Unidos en 1991 y superar el vicio que la arropó por dos años.
Dejar el país no valió porque tal como ella lo explica “tuve la mala suerte de que me fue bien”. Al principio solo ganaba y ganaba. Llegó al extremo de pensar que no había que trabajar, sino jugar mucho. Y así vivió en la nación norteamericana hasta que por la misma adicción sus hijos decidieron ingresarla en Hogar Crea en el 2011 y todavía permanece ahí.
De allí, ella se ha escapado para irse a los casinos.
“No tener compañía de calidad y alguien que te levante hace que caigas más. Lo único que me compensaba era meterme en un lugar donde conocía mucha gente en Florida”, enfatizó doña Elena, quien no dejaba de sonreír pese a su enfermedad.