Tips para gestionar el riesgo reputacional

El famoso inversionista Warren Buffet dijo que “toma 20 años construir una buena reputación y cinco minutos arruinarla”. La buena gestión del riesgo reputacional es fundamental para las empresas actuales y representa una de las principales fuentes de creación de valor de las empresas.

El riesgo reputacional es causa y consecuencia de todos los demás riesgos. Puede ser causa cuando algún rumor o indicio puede consolidar otro riesgo. Por ejemplo, un rumor de que una entidad financiera tiene problemas financieros, podría desencadenar en una corrida bancaria, es decir, un riesgo de liquidez. Pero también, puede ser consecuencia, como cuando una empresa materializa fraudes internos con información contable, de forma que la reputación corporativa cae abruptamente y con ello otra cadena de riesgos más.

La Supervisión Internacional Bancaria, referenciada en el Comité de Basilea, no ha sido explícita en cómo gestionar este riesgo, pero si ha instado que para reducir los efectos de una pérdida de reputación y mantener la confianza del mercado, las entidades deben desarrollar metodologías para cuantificar cómo el riesgo de reputación afecta a otros riesgos, especialmente a los de crédito, liquidez y mercado”. Para ello se puede comenzar con algunos tips como estos:

1. Identificar las expectativas e intereses de cada grupo de interés y en los procesos de la organización los factores que pudieran impactarlas.

2. Evaluar el nivel en que los distintos factores pudieran impactar en las expectativas o intereses de los grupos de interés y desencadenar en riesgos.

3. Diseñar indicadores claves que permitan monitorear el comportamiento de aquellos factores evaluados como de impacto alto en el cumplimiento de las expectativas.

4. Validar y actualizar periódicamente las expectativas e intereses de los grupos de interés, que podrían cambiar.

Giones representan el 57% de los productores nacionales.