NUEVO INFORME
Reiteran urgencia de acción ante el cambio climático
Un nuevo reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) renueva el sentido de urgencia para la acción climática. Este reporte, adoptado la semana pasada en Corea en sesiones de los grupos de trabajos del referido panel, pone nuevamente en el tapete la preocupación acerca de las ambiciones estipuladas en el Acuerdo de París. Si estas son, o no, suficientes para mantener la temperatura global del planeta por debajo de los 2∫ Celsius.
“Uno de los mensajes fundamentales arrojado de forma contundente por el informe es que ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1 ∞C, con condiciones meteorológicas más extremas, crecientes niveles del mar y un mengüante hielo marino en el Ártico, entre otros cambios”, dijo Panmao Zhai, Copresidente del Grupo de trabajo I del IPCC.
Justamente fue este sentido de urgencia el cual logró, en diciembre del 2015, durante la vigésimo primera reunión de la Conferencia de las Partes - COP21, que los países miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático llegaran al consenso de adoptar el Acuerdo de París. Este consenso busca mantener por debajo de los 2∫ Celsius la temperatura promedio global con el incremento de la acción climática, la mejora de la transparencia en el monitoreo reporte y la verificación de las emisiones y las acciones implementadas. Adicionalmente, busca mejorar el financiamiento y que se identifiquen los mecanismos para hacer frente a las pérdidas y daños producto del cambio climático.
Para cumplir dicho acuerdo, se establecieron Contribuciones Nacionales Determinadas conocidas como NDC (por sus siglas en inglés), en las cuales los países definen su estrategia general para llegar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático, para incrementar la capacidad de respuesta de sus sistemas económicos, ecosistemas, comunidades, infraestructuras y el medio ambiente en general.
En el informe se señala que, para limitar el calentamiento global a 1,5 ∞C, se necesitarían transiciones “rápidas y de gran alcance” en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades. Sería necesario que las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano disminuyeran, para el 2030, alrededor de un 45% respecto de los niveles del 2010, y siguieran disminuyendo hasta alcanzar el “cero neto” aproximadamente en el 2050. Eso significa que se necesitaría compensar cualquier emisión remanente a través de la eliminación del CO2 de la atmósfera .
República Dominicana cuenta con una labor, de diez años, de diseño de políticas públicas en materia de cambio climático dentro de las cuales se destacan la creación del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (2008), la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo (2012), la actualización de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero (INGEI 2010), la promulgación de la Política Nacional sobre Cambio Climático (2016), y otros instrumentos adicionales que conforman la base científica nacional en este tema.
Por lo tanto, ateniendo al llamado de atención de este reciente reporte científico, no hay tiempo que perder para lograr la transición necesaria hacia una economía baja en carbono. Las líneas generales de lo que debe ser la estrategia país para reducir los gases de efecto invernadero (mitigación) y aumentar la resiliencia de nuestra economía, gente y medio ambiente (adaptación) están dadas. Lo que hace falta, es articular definitivamente a los sectores claves para diseñar e implementar iniciativas transformacionales que nos permitan cumplir con las metas establecidas bajo el Acuerdo de París. Los sectores claves y que pueden realizar mayores aportes hacia resultados efectivos en el mediano plazo son: energía (incluyendo el transporte en sus tres modalidades), la gestión integral de los residuos enfocada hacia una economía circular y el rediseño del sector turismo para apostar a reducir su huella de carbono desde los distintos procesos asociados a su cadena de valor.