Santo Domingo 28°C/28°C few clouds

Suscribete

TRIBUNA ABIERTA

Sin cambio no hay mejora

Ejecutiva. Mirtha Dominguez Consultora Senior Economía Deloitte.

Ejecutiva. Mirtha Dominguez Consultora Senior Economía Deloitte.

Avatar del Listín Diario
Mirtha DomínguezSanto Domingo

El sector energético es esencial para el desarrollo económico y social de un país. Al mismo tiempo, es uno de los sectores más dinámicos de la economía, ya que se ve afectado por una variedad muy amplia de factores externos. Las nuevas tecnologías, la creciente preocupación por el medio ambiente, la competencia entre distintas fuentes de energía, y la evolución del panorama político, generan incertidumbre sobre el futuro del sector, y crean la necesidad de preparar los sistemas energéticos para mantenerse flexibles ante un entorno que se encuentra en constante evolución.

El Índice de Transición Energética construido por el Foro Económico Mundial (FEM), tiene como propósito medir el rendimiento de los sistemas energéticos actuales, así como la preparación estructural para las necesidades futuras de energía de 114 países. Para su elaboración, se calculan dos sub-índices de igual peso. El primero, incluye 17 indicadores que miden el desarrollo económico, la sostenibilidad ambiental, y el acceso y la seguridad al suministro de energía para determinar el desempeño del sistema energético en cada país. El segundo, abarca 23 indicadores que miden la inversión, regulación, instituciones, infraestructura e innovación, capital humano y estructura del sistema energético, para evaluar la preparación de cada nación para la transición.

Los resultados muestran que aquellos países que tienen una alta puntuación en preparación para transición, tienden a mostrar un mejor desempeño en sus sistemas eléctricos. Como es costumbre, los países escandinavos se encuentran en el tope del ranking, debido a sus modelos de negocios innovadores, acceso a capital e infraestructuras robustas. Por otro lado, Uruguay (13), Costa Rica (20) y Chile (24) muestran las mejores puntuaciones de América Latina y el Caribe, mientras que República Dominicana (93), Nicaragua (94) y Venezuela (111) tienen las puntuaciones más bajas de la región. En general, la mayoría de los países de la región parecen no estar preparados para una buena transición, lo que también ha afectado el desempeño actual de sus sistemas energéticos.

Existen muchos retos por superar en este sector y estar abiertos al cambio es primordial para el progreso. Enfoquémonos en el futuro.

La autora es consultora senior de Economía en Deloitte aldia@deloitte.com

Tags relacionados