Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

¿Qué cuesta hacerse profesional?

Realizar una carrera profesional tiene un alto costo no solamente a nivel económico sino en sacrificio individual y familiar.

No es solo lo que cuesta matricularse, pagar cada cuatrimestre, comprar útiles y materiales didacticos, transporte, alimentación, sino también el esfuerzo del joven y su familia para asegurarle un futuro de calidad.

En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), igual que en las universidades privadas, el costo de una carrera depende de cuál se elija. Si además del pago por créditos y matriculación se suman los costos que se adicionan a una profesión, una carrera en la UASD según estudiantes consultados oscila entre RD$50,000 y 100,000.

En la Universidad Nacional Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC), que es un centro educativo al que asisten jovenes de clase media baja, la carrera más económica como Contabilidad requiere RD$200,000 y la más costosa que es odontología cuesta cerca de RD$356,700. En la Pontinficia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) datos extraoficiales dan cuenta de que el pago de una carrera no es menor al medio millón de pesos, sin calcular los gastos adicionales. Este es un tÍmido panorama del sacrificio económico que hacen los jóvenes y su familia.

CARRERAS. En el 2015, Contabilidad era la carrera con más estudiantes (12.2%), seguida de otras especialidades de la educación, Administración de Empresas y Derecho, con valores de 11.5%, 9.0% y 8.9% del total poblacional.

INGRESO. La MESCYT indica que en el 2016 unos 139,853 estudiantes concluyeron el bachillerato y de estos 132,770 se inscribieron en la universidad.

UNA REALIDAD Jóvenes consultados se quejan de que las empresas bloquean su ingreso al primer empleo con el alegato de la falta de experiencia, lo que dicen constituye una falta de confianza de los empresarios en las capacidades que adquieren en su formación.

La joven Glenni Alcántara plantea que es muy difícil para un joven que se preocupa por prepararse, encontrarse con que ninguna empresa le quiere contratar porque no confían que puede desarrollar bien su trabajo.

“Ellos no se imaginan que en ese momento pueden estar empujándolo hacia la delincuencia, porque no saben la situación que pueden estar viviendo en su casa”, expresa Glenni.

Asimismo, el joven cristiano Pedro Valdez expresó que muchos jóvenes necesitan hacer experiencia para lograr desarrollarse en las áreas que estudiaron y seguir avanzando, pero “si no encuentran cómo insertarse se corre el riesgo de que la necesidad los haga cambiar de camino. Y un joven que pudo llegar a ser un gran profesional o un buen técnico se estanca por falta de oportunidad”.

Tags relacionados