MARKET INKTERACTION
Dominicana lo tiene todo

En la era de la infoxicación, los consumidores tratan de minimizar la incertidumbre al momento de tomar las decisiones de compra, apoyándose en el origen y trayectoria de las marcas.
Así también para las naciones, la reputación les antecede.
La semana pasada, vimos al presidente de la potencia más grande del mundo calificar peyorativamente de letrinas a varios países de la región, incluyendo a la vecina Haití. A la par, emitió una advertencia señalando el alto riesgo que representa para sus ciudadanos viajar a República Dominicana. Las advertencias emitidas proyectan un país muy distante del que vivimos o somos.
¿Como lograr que otros nos vean cómo deseamos? ¿Cuáles son esos aspectos que debemos modificar para cambiar estos calificativos?
La marca país es la auto presentación estratégica e integral que permite crear el capital reputacional de una nación a través de la promoción de intereses económicos, políticos y sociales tanto a lo interno, como en el extranjero.
Requiere del esfuerzo mancomunado del gobierno, el sector privado y los ciudadanos para proyectar e influir en los distintos públicos y objetivos, utilizando herramientas para alterar o cambiar el comportamiento, las actitudes, la identidad o la imagen, hacia una positiva.
Toda promoción de la República Dominicana debe ir en dirección a atraer turistas; estimular la inversión interna y externa en los distintos sectores productivos; impulsar las exportaciones; y cautivar estudiantes y trabajadores calificados.
Como dominicanos tenemos una fuerte identidad, la esencia que nos distingue y caracteriza alrededor del mundo. Sin embargo, existe una brecha muy amplia, entre lo que somos y la imagen que proyectamos.
Debemos trabajar para reducir estos prejuicios y percepciones erróneas que frenan nuestro desarrollo económico, dañan nuestro posicionamiento y afectan nuestra moral.
Más allá de las campañas desarrolladas por las autoridades, trabajemos para fortalecer aquellas áreas institucionales que nos restan. Mejoremos las condiciones de nuestro sector productivo y la calidad de los productos para acaparar mayores mercados; definamos reglas claras para la inversión y la inmigración; destaquemos en toda oportunidad nuestro patrimonio cultural, gastronómico, turístico; mejoremos la calidad de vida de nuestros ciudadanos; seamos más cívicos y positivos; celebremos a nuestra gente y sus logros, entre otros.
Promocionarnos va más allá de implementar una estrategia cosmetológica o de comunicaciones; demanda acciones concretas y cambios en los comportamientos de TODOS los ciudadanos, pues la proyección y promoción nacional no es una responsabilidad única y exclusiva del gobierno de turno. Requiere un enfoque estratégico, contínuo y unificado en las acciones desde todos los ámbitos, para borrar todas esas malas percepciones y mostrar nuestra mejor cara.
En términos de propuesta de valor, tenemos una ventaja, pues dominicana “lo tiene todo”. ¿Que estamos esperando?