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EVALUACIÓN

Citan retos del país para medir la pobreza

Desafío. En el país se mantienen una elevada desigualdad monetaria y grupos especialmente vulnerables al ciclo económico, a fenómenos naturales y al contexto de sus hogares.

Desafío. En el país se mantienen una elevada desigualdad monetaria y grupos especialmente vulnerables al ciclo económico, a fenómenos naturales y al contexto de sus hogares.

El primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) busca “poner fin a la pobreza en todas sus formas”. A raíz de esto medir la pobreza más allá de la falta de ingresos adquirido una gran importancia.

Ahora para medir la pobreza hay que tomar en cuenta el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna, el acceso limitado a servicios básicos como la educación o la salud e incluso la discriminación y la exclusión social, entre otros factores.

República Dominicana presenta significativos avances en la reducción de las privaciones en el acceso a servicios, pero a la vez aún tiene importantes retos en términos metodológicos, especialmente en materia de medición de la calidad y en cuanto a la posibilidad de segregar la información territorialmente y entre grupos específicos.

La consideración es del economista Nerys Ramírez Mordán y está contenida en el informe “Indicadores no monetarios de pobreza: avances y desafíos para su medición” elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Evaluar la calidad de los servicios Ramírez Mordán plantea que en el caso de la vivienda y el acceso de los servicios básicos, un reto metodológico importante es avanzar más allá del acceso y tomar en cuenta la calidad y la frecuencia con que se dispone de estos. “La medición amparada únicamente en acceso puede estar ocultando privaciones en grupos especiales de la población”, expone el autor en el capítulo titulado “Necesidades básicas insatisfechas en la República Dominicana: situación actual y desafíos metodológicos”.

El autor explica que en el país hay zonas en las que a pesar de que la población tiene acceso a la vivienda, carece de buenos servicios de agua o energía eléctrica.

“Hay sectores con privación de hasta 6 horas diarias de energía eléctrica, inclusive en la capital del país”, refiere el informe.

El autor indica que en el caso de servicios como los relacionados con la gestión de desechos se verifica que las mediciones tradicionales pueden estar ocultando problemas medioambientales de consideración. En este caso la evaluación debe ir más allá de si se realiza la recogida por el ayuntamiento.

En este sentido, Ramírez plantea que como en el país no existe un sistema nacional de alcantarillado, tener inodoro no representa una correcta gestión de los desechos.

“La tenencia de pozos sépticos construidos sin considerar el cuidado del sub-suelo no garantiza una reducción a la exposición a enfermedades derivadas de la contaminación de fuentes cercanas de agua”, precisa el experto.

Ramírez expone que en el país es necesario avanzar en la medición de la calidad de servicios como el agua con que se abastecen los hogares, de la educación, de la salud, y otros.

En términos generales, el autor expone que pese al notable crecimiento económico, la reducción de la pobreza en el país ha sido relativamente menor a la observada en la región. Refiere que se mantienen una elevada desigualdad monetaria y grupos especialmente vulnerables al ciclo económico, a fenómenos naturales y al contexto de sus hogares.

“La medición robusta de las condiciones de vida las personas, pese a presentar aristas metodológicas importantes, significa una tarea obligada para el estudio del bienestar y la correcta asignación de recursos por medio de políticas públicas”, plantea el experto en su análisis.

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