ECONOMÍA DÍA X DÍA
Mini pánico
Un nuevo episodio de “mini pánico cambiario” ocurrió en el país durante el mes de junio por los sostenidos incrementos del valor del dólar norteamericano frente al peso dominicano. Estos aumentos, equivalentes en promedio a unos 41 centavos en total, representan un incremento de 1% en el valor de la divisa en junio. Durante el primer semestre del año, el tipo de cambio con respecto al dólar se ha incrementado en 3.2%. Si bien es cierto que la velocidad del incremento en junio fue mayor que la de los meses anteriores, la diferencia en términos porcentuales no fue atípica. Por ejemplo, en enero de este año la divisa también registró un aumento de un 1%. Entre febrero y mayo el incremento promedio fue de 0.3%. Si tomamos como referencia la evolución de la divisa en los últimos seis años para el primer semestre de cada año, indexando el valor al mes de enero, el incremento de la divisa al mes de junio del 2013 ha sido superior, pero tampoco de manera significativa (menos de 1%). El problema con estos incrementos ha sido que cada vez que ocurre un aumento de más de “X” centavos en el tipo de cambio, comienza la especulación y la incertidumbre de “¿Y qué está pasando con el dólar?” o “¿Y cuándo va a intervenir el Banco Central para que no siga el aumento?” Es tanto así que el 12 de junio el Banco Central tuvo que emitir un comunicado “asegurando que el mercado cambiario estaba bajo control”. Esto supuestamente tranquilizó al mercado, aunque el aumento continuó. Al 19 de junio las reservas internacionales del BCRD se habían reducido en US$167 millones, y aunque no lo sabemos con certeza, esto pudo haber sido ventas de dólares que se le hicieron al mercado para controlar el ritmo de la devaluación. Para evitar este tipo de situaciones de incertidumbre, en una economía que todavía sigue al tipo de cambio más de cerca que a la inflación, el Banco Central debería establecer una regla de intervención cambiaria explícita para mitigar la especulación sobre la magnitud de las devaluaciones y la volatilidad cambiaria en el mercado. Con esta regla, el BC establecería a partir de qué niveles de volatilidad se intervendrá en el mercado y determinaría los montos de las intervenciones. Otros países que operan bajo esquemas de metas de inflación también usan estos mecanismos. Por ejemplo, Colombia tiene una regla de intervención de que si la tasa de cambio de referencia está por encima o por debajo del 4% del promedio móvil de los últimos 20 días, entonces se interviene en el mercado mediante subastas de opciones de divisas. Estos mecanismos ayudan a reducir las expectativas de intervención en el mercado y se transparenta el mecanismo de inyección de divisas. Es evidente que estos mecanismos de intervención explícita también tienen sus limitaciones, pero sin dudas es una mejor opción que el uso de las intervenciones discrecionales que se utilizan actualmente en nuestro país.