Inversiones en ingenios traerán mejores resultados en las zafras

La privatización de aproximadamente 554,000 tareas cañeras sembró esperanzas en la industria azucarera dominicana. El hecho trajo consigo una dosis de incertidumbre, porque se puso en funcionamiento un nuevo esquema de producción bajo la administración privada. Salvo las empresas que sí le han dado seguimiento cabal al proceso y han entendido la oportunidad de generación de divisas que representa el sector para el país, hay una parte significativa de esos terrenos, propiedad del Estado dominicano, que por cerca de 20 años han estado abandonados. Los que sí entendieron la oportunidad de negocios han puesto en ejecución un vasto programa de renovación de la totalidad de los terrenos que conllevaría una inversión en un período de cinco años de US$73.2 millones, de acuerdo con un informe suministrado por el ex director del Instituto Azucarero Dominicano (Inazúcar), Faustino Jiménez. El informe destaca que se prevé aumentar la producción actual de 7,500 toneladas métricas por día a 15,000 toneladas. Para lograr este objetivo se están invirtiendo cerca de US$1,173.2 millones. La inversión está prevista al 2015. Una parte importante de las tierras del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) que han sido arrendadas se encuentra en la región del Ozama, del municipio de Guerra y Boca Chica. Parte de los terrenos son de los ingenios Quisqueya, Consuelo, Porvenir y Santa Fe, localizados en San Pedro de Macorís. En este caso comprende un área de 570,000 tareas de acuerdo con los informes del ex director del Inazúcar. “No obstante, los cuantiosos recursos que se necesita invertir para poner dichos terrenos a producir es necesaria la inversión de unos US$150 millones para la rehabilitación de los caminos vecinales en toda la zona cañera, tanto del CEA como de los cultivadores independientes. Dentro de la rehabilitación de los caminos vecinales, está incluida la reparación y construcción de puentes, badenes, vías ferroviarias, tractores, cortadoras, cargadoras y construcción de viviendas y otros centros para alojar a los más de cinco mil trabajadores que serán integrados a la industria”, expresó Jiménez. Según el documento entregado por Jiménez, el proceso de reacondicionamiento y rehabilitación que se realiza tiene como antecedente el fracaso de tres procesos anteriores. El primero se inició en 1999 con la entrega de diez ingenios que eran propiedad del CEA y 1.44 millones de tareas sembradas de caña. (Ley General de Reforma de la Empresa Pública 141-97). En el primero de los procesos los ingenios fueron clasificados en cuatro grupos, de los cuales todos fracasaron, teniendo como única excepción el Ingenio Barahona. Posteriormente se hicieron dos intentos con resultado similares. La cuarta fase de los trabajos de capitalización fue la que se inició en 2010, la cual dejará resultados satisfactorios para el Estado. (+)COMPARACIÓN DE LAS DOCE ZAFRASTal como señalan los registros del Instituto Azucarero Dominicano (Inazúcar) el fracaso del proceso de capitalización de la industria azucarera nacional resulta más evidente en el momento en que se comparan las estadísticas de producción correspondiente a las doce zafras anteriores a la capitalización y las doce posteriores. Las estadísticas, sin embargo, no mencionan factores exógenos y la entrada de grandes competidores al mercado de Estados Unidos. La sumatoria de las doce zafras anteriores a la capitalización arroja resultados de 2,914,644 toneladas métricas y las de los doce años posteriores 978,596 resultados que arrojan una diferencia de 1,936,048 toneladas. “Algunos de los factores que condicionaron el fracaso del modelo de capitalización del año 1999- 2000 son los siguientes: la poca rigurosidad con que fueron seleccionados los inversionistas extranjeros participantes en el proceso, la oposición radical al proceso del Gobierno dominicano en el período 2000-2004, la crisis financiera de 2003, que trajo por consiguiente una quiebra masiva del sistema bancario nacional”, explica Faustino Jiménez, quien hasta agosto de 2011 estuvo al frente del Inazúcar.