EXPERIENCIA
Generar confianza es clave para desarrollo de negocios
AUSENCIA DEL FACTOR ALETARGA DESARROLLO DE LAS EMPRESAS
Más allá de presupuestos minuciosos y agresivos planes de publicidad, todavía en el mercado dominicano, y seguro en muchas otras economías, el arranque de una pequeña empresa depende en gran medida de elementos sencillos como la confianza y la buena reputación. Con un elemento se llega al otro, porque sin confianza en sus futuros socios las compañías productoras no ceden sus franquicias, pero tampoco los consumidores compran los productos. Y ambos planteamientos lo han comprobado en ocho años José Amado Méndez padre y José Amado Méndez hijo, quienes lanzaron Jamasol, una empresa para proveer laminados residenciales, comerciales y automotrices, en el 2003. Representantes para el país de las firmas Sungard y Glassgard, rememoraron que la dificultad macroeconómica que los recibió lo que hizo fue incentivar su creatividad y los instó a especializarse a elaborar un paquete integral de servicios que abarcara desde la instalación de una ventana hasta la presencia en proyectos hoteleros. “Empezamos en la década del 70 con un autodornos, al tiempo salimos del mercado. Pero resurgimos con la distribución de una sola línea para darle un carácter menos complicado al negocio”, indica José Amado Méndez padre. Frente a la dificultad para obtener financiamiento (problema común entre las pequeñas y medianas empresas del país) la estrategia de los Méndez fue aliarse a un compañero inversionistas que participó en el inicio, aunque luego se retiró. “Sin embargo, creemos que el mayor capital ha sido siempre la parte humana, por eso nos hemos cuidado de mantener siempre un buen crédito y un comportamiento intachable ante la sociedad”, afirma el padre. Asimismo detalla que parte del éxito es fruto de la integración de su hijo al negocio, quien dejó su empleo en otra empresa para consolidar el negocio de la familia. Problema Los comerciantes denuncian que existe una campaña para desincentivar el uso de laminados en los cristales fruto de experiencias injustificadas. Según indican, los laminados no son dañinos en sí, sino que la aplicación de uno no compatible con un tipo de vidrio es lo que provoca problemas. Cada vidrio tiene unas características específicas compatibles sólo con un tipo de láminas que fortalecen el compuesto en vez de hacerlo más frágil. “Lo que daña el vidrio no es el laminado, sino una incorrrecta o mala aplicación”, señala Méndez hijo. LAS LAMINAS ERAN UN PROYECTO MILITAR HISTORIA Y UTILIDAD El uso contemporáneo de láminas de protecciób empezó en las décadas del 50 y 60, durante la carrera por la conquista del espacio que libraron Estados Unidos y la desintegrada Unión de Repúblicas Socialistas (URSS). Conforme a los propietarios de Lamasol, la idea era desarrollar un producto que permitiera mirar hacia fuera, pero que no dañará la piel, con la diferencia de que en la Tierra la luz solar es filtrada por la capa de ozono y las nubes, sin embargo en el espacio no. El proyecto militar luego se domesticó y empezó a comercializase, siendo su función la misma: proteger de los efectos dañinos de la luz solar, la reducción de temperatura y aumentar la privacidad.

