Merca Santo Domingo sigue a la espera

El día que se firmó el contrato de construcción del Mercado de Mayoristas de Santo Domingo –Merca Santo Domingo –, el 1 de septiembre del 2000, la entonces Secretaría de Agricultura estimaba que la obra estaría lista en un año. Ya casi han pasado 10 años y cuatro meses y la panacea para la insalubridad, el desorden y la delincuencia que ronda por las principales plazas agropecuarias del Distrito Nacional y sus zonas aledañas se mantiene en un aletargado proceso de construcción. La Unión de Comerciantes del Mercado Nuevo dice que está cansada de esperar la inauguración de la moderna estructura. La Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) mantiene la misma posición y el reclamo de que el mercado se termine. Y el Poder Ejecutivo ya ha dicho, en diferentes escenarios y momentos, que los trabajos están cerca de su conclusión, aunque no se concluyan. El más reciente anuncio de término lo hizo el director del Proyecto de Mercados, Frigoríficos e Invernaderos (Promefrin), Eusebio Guzmán, en septiembre pasado. En esa ocasión dijo que los trabajos de urbanización del proyecto estaban avanzados en más de un 50%, y no se detendrían porque había disponibilidad de fondos. Por sus cálculos aseguraba que la obra debía estar en operación entre diciembre del 2010 y enero del 2011. Ha llovido mucho desde entonces, y nada. “Ya se ha dicho de todo. Sólo nos toca ver si algún día lo terminan. Se supone que allá habrá mejores condiciones de trabajo y almacenamiento. Aquí no puedes almacenar productos agropecuarios, porque se dañan”, dice el presidente de la Unión de Comerciantes. La empresa encargada de materializar el proyecto Merca Santo Domingo es la española Go&Thesa, la cual comenzó a trabajar en marzo del 2003, con un contrato de préstamo del banco alemán Deutshe Bank, por US$49 millones. Merca Santo Domingo está diseñado para convertirse en el centro de acopio de la mayor parte de la producción agrícola nacional, atendiendo de manera especial a los frutos y vegetales producidos en invernadero con fines de exportación. La fase inicial consta de cuatro naves y un edificio de tres plantas para la parte administrativa del complejo. Su costo estimado es de US$29.7 millones. La segunda fase incluye los equipos y las plataformas de manejo de las mercancías, y cuesta aproximadamente US$19.24 millones. Ayer el director del Promefrin envió una comunicación a este diario para explicar que con la instalación del Mercado Central de Mayoristas los productores tendrán la facilidad de dar inicio a siembras planificadas, “al establecer relación directa con el comerciante”; podrán definir precios mínimos de productos, como consecuencia de acuerdos de siembra con el mayorista; y venderán con valor agregado, pues los productos serán sometidos a un proceso de limpieza y clasificación. Además, los consumidores, según Guzmán, podrán adquirir productos de alta calidad e inocuidad, y comprarán a precios más bajos de los habituales porque la reducción de las intermediaciones traerá este y otros resultados. “Todo este proceso, donde el Estado dominicano desarrolla una inversión superior a los RD$5 mil millones, traerá una revolución de grandes efectos positivos en el sector agropecuario nacional”, resalta el funcionario en la misiva. En sus emotivas palabras, sin embargo, no identificó una fecha específica para la apertura del gran mercado. Otra vez, los sectores productos tendrán que esperar. PRODUCCIÓN Y CALIDAD DE LOS ALIMENTOS La exportación de frutas y vegetales dominicanos hacia nichos de mercados de Estados Unidos y Europa se mantiene en crecimiento. Solamente por la venta de vegetales orientales, al país entraron US$70 millones en el 2010. Los agroempresarios y los comerciantes, así como las autoridades, entienden que el Mercado Central de Mayoristas servirá para dinamizar estas exportaciones y abastecer al mercado local con mayor calidad. La expansión de los cultivos bajo ambiente protegido o invernadero podría dispararse.