PRISMA ECONÓMICO
El avance de la “marea negra”
Desde la explosión y posterior hundimiento de la plataforma marítima de perforación petrolera Deepwater Horizon el 20 de abril de 2010, se ha producido el mayor derrame de petróleo de la historia de Estados Unidos. Este accidente, ocurrido en el campo de petróleo marino de la compañía inglesa British Petroleum (BP) frente a las costas de Louisiana en el Golfo de México, ha producido un desastre ecológico, económico y ambiental que se extiende de forma sistemática por toda la región, sin que se haya logrado controlar el siniestro. Investigadores de la Universidad de Purdue estiman que, desde la explosión de la plataforma hace más de dos meses, el vertido promedio alcanza unos 60,000 barriles de petróleo diario, volumen que supera los 3.7 millones de barriles. Esto es equivalente a 40% de las importaciones de crudo de República Dominicana durante el pasado año 2009. El continuo flujo y las corrientes marinas han extendido las repercusiones de la “marea negra” a los estados de Mississippi, Alabama, Texas y Florida. Asimismo, la costa este de México se encuentra seriamente amenazada y se espera que, si no se detiene el derrame en las próximas semanas, pudiera incluso afectar el norte de Cuba. Este desastre natural ha incidido sobre la actividad económica de costa del golfo, con mayor impacto sobre los sectores petrolero, pesquero y turístico. De hecho, el sector turístico que representa el 46% de la economía de la zona, ha sido el más afectado. Por ejemplo, en Florida las autoridades informan que reciben cancelaciones de viajes y hospedaje de hasta tres meses por adelantado. El presidente Barack Obama ha reiterado que la empresa BP es la única responsable de pagar por todos los daños causados al medio ambiente, cubrir los ingresos perdidos en las economías de la zona costera y enfrentar más de 100,000 demandas interpuestas en su contra hasta el momento. Como es lógico, estos costos han tenido un efecto devastador en las finanzas de BP. Se estima que la empresa deberá pagar un monto superior a los US$40,000 millones, equivalente a 38% de su capital, para cubrir todos los daños. El derrame también ha afectado al sector petrolero. Las principales empresas del sector como Exxon Mobil, Chevron, Petrobras y PetroChina han registrado, al igual que BP, mermas sustanciales en su capitalización. En el mediano plazo, la suspensión temporal de permisos de exploración y extracción en aguas profundas y la modificación regulatoria en EEUU, deberán afectar el dinamismo del sector e incidir en el precio del crudo en el mercado. Sin embargo, no se espera que estos efectos retrasen el proceso de recuperación de la economía de Estados Unidos. En el corto plazo, el avance de la “marea negra” no representa peligro para República Dominicana. De hecho, su efecto sobre Florida y México podría aumentar la afluencia de turistas hacia el país. Sin embargo, instituciones y empresas relacionadas con la protección de ecosistemas y el turismo deben respaldar los esfuerzos del Ministerio de Medio Ambiente, que diseña un plan preventivo para preparar al país ante cualquier eventualidad.