LA ESCUELA ECONÓMICA

Señoriaje con nuevos billetes

Recientemente el Banco Central anunció la emisión de nuevos billetes en denominación de RD$20, fabricados en polímero, un material de mejor calidad que el pepel moneda, pero que en términos de costos de producción resulta más barato que la cifra del dinero a emitir. El nuevo billete estará en circulación a partir del 1 de julio próximo. Hace un tiempo La Escuela Económica escribió un artículo para describir la figura del “señoriaje”, que por estar relacionada con la emisión de nuevos billetes o monedas, es bueno recordar. Los bancos centrales tienen por lo general la función de mantener controlada la inflación, de forma que no se produzcan aumentos desproporcionados de los precios en perjuicio de la población y de la economía. Pero además, los bancos centrales tienen la función de mantener equilibrado el flujo de dinero que debe circular en la economía. Por eso, los estados con monedas propias conservan el monopolio de la impresión y puesta en circulación de billetes y monedas. Cuando los bancos centrales mandan a imprimir billetes para ponerlos en circulación de acuerdo con las necesidades monetarias de la economía, hacen una inversión que por lo general es mucho menor al valor del billete después de impreso. Por ejemplo, en el caso dominicano mandar a elaborar e imprimir un billete de RD$20 tiene un costo que podría ser de alrededor de RD$4, es decir, que el Banco Central podría ganarse al menos RD$16 por cada billetes de RD$20 que sustituya. La diferencia entre el costo de imprimir un billete y su valor en circulación es un beneficio que se conoce como “señoriaje”. Se trata del ingreso que percibe el Banco Central resultado de su poder monopólico para imprimir moneda. En otras palabras: Es el ingreso que recibe un Estado derivado de la fabricación de dinero (monedas y billetes). Se calcula como la diferencia entre el valor metálico, que es generalmente muy bajo, y el valor nominal, que es al que se cotiza el dinero cuando está en circulación. El nombre lo recibe como reminiscencia histórica de la técnica medieval de limar los cantos de las monedas de oro en periodos de problemas financieros por parte de los señores feudales que tenían el privilegio de acunarlas dentro de sus dominios. Tomando nuevamente el billete de RD$2,000 como ejemplo, su valor no existe hasta que adquiere un bien o servicio, es decir, hasta que está en circulación en la economía. Con un uso adecuado, el señoriaje se convierte en un ingreso real para los bancos centrales, aunque limitado a las necesidades que tenga la economía, pues si no hay crecimiento es posible que tampoco haya demanda de más dinero en circulación, pero si la economía va en crecimiento, su demanda de dinero irá en proporciones parecidas. Los bancos centrales tienen el control de la oferta y demanda de dinero en la economía y deben hacerlo con base a estudios previos, para evitar consecuencias negativas. Por ejemplo, si un banco central emite más dinero del que demanda la economía, va a causar un espiral inflacionario, porque los pesos de más buscarán en qué ser invertidos, demandarán bienes y servicios, así como moneda fuerte, como el dólar y los precios se presionarían hacia el alza, afectando la estabilidad macroeconómica. Por eso el señoriaje está relacionado con la inflación y es ahí donde se requiere de la actuación responsable de las autoridades monetarias para evitar efectos negativos.

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