GESTIÓN HUMANA
¿Cuán efectivas son las charlas y conferencias?
LAS EMPRESAS INVIERTEN EN CAPACITACIÓN, PERO A VECES NO LO PLANIFICAN
Con frecuencia como analistas de capacitación y/o como personas encargadas de coordinar y dirigir las labores de departamentos de Gestión Humana, los profesionales del área tienden a enviar a sus colaboradores o empleados a talleres, charlas, seminarios y diplomados abiertos en hoteles o centros de capacitación o dentro de la empresa (“In House”, “In Company”) que muchas veces signifi can una inversión innecesaria, de alto costo e inefectiva, obteniendo los resultados no deseados y no visualizándose los cambios esperados en las personas enviadas. Es precisamente antes de tomar esta decisión, transcendental tomando en cuenta los costos de de tiempo e inversión, de realizar una pausa para cuestionarse sobre con 10 preguntas fundamentales, previas y básicas, antes de enviar participantes a la capacitación. La guerra entre las empresas de capacitación y consultorías está tan fuerte que se observan cada día ofertas en cantidades de programas, consultorías, cursos, charlas, talleres, seminarios, diplomados de alta calidad donde las empresas pueden enviar a sus colaboradores, obviando la principal causa para la asistencia: Estrategia. PreguntasLas personas que dirigen las áreas de Gestión Humana pueden tomar en cuenta las siguientes preguntas básicas para estar seguros de haber capacitado a los colaboradores: 1.- ¿La empresa donde labora tiene claramente definida su misión, visión y metas estratégicas y la actuación de la capacitación está enfocada en esos aspectos? 2.- ¿Cuentan con un plan estratégico de Gestión Humana donde una de sus metas principales es realizar un plan estratégico de capacitación basado en una previa detección de necesidades dividida por temas (ejemplo servicio al cliente, liderazgo) que realmente aporten soluciones a las debilidades existentes en competencias conductuales y técnicas de los colaboradores? 3.- ¿Antes de ingresar a la empresa, han seleccionado colaboradores con las competencias conductuales y técnicas adecuadas a los puestos? 4.- ¿Han impartido la inducción a la empresa y al puesto a los colaboradores basada en una descripción de puestos actualizada, cuando ingresa a la organización? 5.- ¿Han evaluado el desempeño de los colaboradores cada cierto período, inclusive después de cumplir el período que exige la ley en el Código de Trabajo después de su ingreso a la empresa y han tomado estos resultados de evaluación como base para capacitarlos? 6.- ¿Han medido el retorno de la inversión financiera, el cambio o mejora en la competitividad de la empresa, el incremento en la cantidad y calidad de clientes, la calidad del taller recibido, después que cada colaborador asistió a la capacitación? 7.- ¿Se ofrecen planes de incentivos o recompensas efectivos y que motiven a los colaboradores premiando los cambios o mejoras obtenidas después de la capacitación? 8.- ¿Necesita el colaborador o empleado asistir a un taller abierto (en un hotel o centro de capacitación, universidad) o cerrado? 9.- ¿Los planes de capacitación están marchando paralelamente a los planes de carrera, cuentan con planes de carrera estratégicos? 10.- ¿Tomamos en consideración que los sub-sistemas de un departamento de Gestión Humana (reclutamiento y selección del talento, desarrollo de carreras, compensación y beneficios) constituyen un engranaje que las normas ISO y los premios de calidad los toman como columnas que fundamentan el proceso de capacitación de toda empresa que trabaja con adecuados criterios de competitividad? SIEMPRE ES BUENO ANALIZARBENEFICIOSPuede que esas diez preguntas no sean suficientes, pero hay mucho más interrogantes en torno a la importancia y los efectos que pudieran tener los programas de capacitación para los empleados de la organización. Sin embargo, las previas, básicas y fundamentales son esas que le evitarán a la empresa invertir dinero demás en un proceso de capacitación que no esté basado en una estrategia y que finalmente no se transforme en un resultado medible, cuantificable y cualitativo de dicho proceso. Ahora que hay una moda o “fiebre” de contratación de charlistas y conferencistas internacionales para impartir talleres dirigidos a ejecutivos de empresas, es bueno tomar esos elementos en cuenta.