BIENES RAÍCES
Consumidores pueden pedir revisión de tasas
Dos meses después de firmar un préstamo hipotecario para comprar su casa, el banco con que Martha había acordado le informó que subiría la tasas de interés de 10 a 12 por ciento. Con un bebé recién nacido, indignada porque ahora tendría que pagar RD$6,000 más, la joven pidió tener una reunión con los ejecutivos. Su argumento fue que las nuevas tasas no fueron las acordadas desde el comienzo. Así luego de varias reuniones, finalmente el banco accedió y las tasas volvieron al nivel del principio. Subir las tasas de los préstamos, luego del tiempo de aprobación, es ciertamente una medida que las entidades financieras pueden hacer y que sólo es regulada por el mercado. Sólo la oferta y la demanda de la gente define el nivel que tendrán las tasas de los demás bancos. No obstante, si el usuario considera que la entidad ha incumplido con la transparencia, equidad o sana prácticas existen entidades para canalizar los reclamos, una de ellas el departamento de Prousuario, en la Súperintendencia de Bancos. Según sus normas todos los clientes tienen derecho abstenerse de pagar cualquier monto no pactado entre ambas partes. Igual un derecho recibir una notificación por escrito sobre cualquier modificación en las tasas y obtener los documentos donde se establezcan los términos y condiciones de los productos. “Si no conviene, la opción es irse a otro. Buscar mejores ofertas en otros bancos”, dice Miguel Collado, promotor y constructor de viviendas. Pero si el usuario considera y quiere llevar el proceso hacia términos más concretos, el primer paso es realizar el reclamo por escrito y tramitarlo al banco. Luego puede acudir a la oficina de Prousuario, donde lo evaluaran y si procede le asignarán un inspector que le dará continuidad. Informadas, las entidades financieras tienen un plazo de 30 días para dar respuesta. No conocen sus derechos Más del 92% de las reclamaciones que se manejan en el departamento de Atención al Usuario de la Superintendencia de Bancos, según Carlos Guerra, su encargado, son fruto de que las personas no conocen las implicaciones totales de los productos. Aunque no guardan estadísticas, dice que desde octubre pasado han aumentado el número de solicitudes, señal de más conocimiento de los derechos de las personas. “Las tasas están más bajas que hace uno o dos años, además entre sí los banco están muy competitivos. La gente tiene que aprovechar eso y sacarle provecho pidiendo una rebaja en las tasas”, apunta. Amparados por la Ley 382- 09, las personas pueden pedir un préstamo para pagar otro o suscribir uno nuevo, sin que estos sean plausibles para hipotecas. Tasas deben estar fijas En mayo del 2009, para incentivar la economía, las autoridades del Junta Monetaria liberaron recursos del encaje legal entre los bancos. Parte de los fondos fueron destinados a los sectores productivos nacionales, dentro de éstos especialmente el sector construcción. Se determinó también que por un año las tasas de interés no subirían más de un 12% y en los dos siguientes se mantendrían por debajo del 14%. En relación, en diciembre pasado el gobernador del Banco Central indicó que quedaban cerca de RD$3,000 millones para el incentivar el sector. Jaime González, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi), confirma el dato e indica que hasta la fecha se mantienen entre un 10% y 12% de interés. El problema, expresa es la tardanza en la aprobación de los préstamos que dilata la entrega de dinero a la personas y consecuentemente al constructor. TASAS BAJAS, PERO HAY POCA CONSTRUCCIÓNConstructores consultados indican que a pesar de las bajas tasas la construcción aún se mantiene aletargadada. Evidencia del hecho ha sido un levantamiento de información entre ferreteros, quienes han indicado que las ventas de materiales no han aumentado, sino que la gente compra lo estrictamente lo necesario. Se compran más productos para las campañas políticas que para la construcción. La situación sigue un poco más reactivada que el año pasado cuando se continuaron liberando recursos del encaje legal y de las tasas interbancarias. “Las bajas tasas encendieron el motor, pero sin acelerar”, dijo para la fecha el presidente de la Asoicación de Bancos Comerciales (ABA).