EFECTO
El BC debe abrir ventanilla para créditos agropecuarios
Santo Domingo.- Si las tasas de interés continúan subiendo y la estrategia de las autoridades monetarias es controlar la inflación, el Banco Central tendrá que implementar los préstamos de reembolso al sector agropecuario tal y como se utilizó en años pasados a fin de incentivar la producción sin tener que afectar la estrategia de control de precios y de circulante del Gobierno.Así lo afirmó el economista agropecuario Frank Tejada, quien sostuvo que con los recursos de los bancos comerciales ahora es imposible ponerse a producir porque las tasas están excesivamente altas y no resultan competitivas para los productores. “Esto se trata simplemente de los créditos que tienen los bancos y hacer un contrato con el Banco Central, donde los bancos le mandan los pagarés al Banco Central y éste a sus vez devuelve la cantidad de dinero que es requerida por los interesados. Eso es un elemento importante y que funciona, pero que además puede bajar la tasa”, explicó. Tejada afirmó que la cantidad de recursos que se destinaría al sector agropecuario a través de esa ventanilla no es tan significativa, ya que en los últimos días el Banco Central ha recogido más de RD$20,000 millones vía el mecanismos de los certificados financieros, mientras que en créditos al sector agropecuario la cantidad no pasaría de RD$4,000 a RD$5,000 millones. Consideró que esta medida en nada afectaría los planes del Gobierno de controlar la inflación y el medio circulante, ya que esos recursos irían directamente a un sector que sólo va a generar bienes y empleos, lo que también se traduce en reducción de precios. Señaló que los préstamos al consumo son los que más aumentan o influyen en los niveles de inflación, pero el préstamo a la producción, dirigido y controlado, es el más efectivo. “Los bancos están sin un centavo para prestar a la agropecuaria. El problema es que en esas situación no se puede ser competitivo porque no hay dinero para atender la demanda de crédito”, dijo. Para Tejada, la decisión de quitarle el restante 2% que los bancos retenían en caja, aún siendo parte del 20% del encaje, es lo que mismo que “quitarle la sangre” a esas entidades. “Desde que oí que llegó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pensé: aquí viene un embrollo muy grande y difícil para la economía porque el problema es que el BC, desde un punto de vista, lo está haciendo bien. Está recogiendo dinero para que el tipo de cambio no se dispare”, dijo.
