EEUU demora medidas contra emisión gases invernadero a era post-Bush

WASHINGTON.- El gobierno del presidente estadounidense George W. Bush, cuyo mandato termina en medio año, retrasó de nuevo la toma de medidas en la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero, pese a las promesas hechas durante la reciente cumbre del Grupo de los Ocho (G8). La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) anunció hoy que abre a comentario público el proyecto para regular las emisiones, lo que en la práctica supone demorar el proceso. Al mismo tiempo, su director, Stephen Johnson, aseguró que la legislación vigente no es válida y que el Congreso debe redactar y aprobar nuevas normas. Casi de inmediato, la Casa Blanca emitió un comunicado respaldando las decisiones de la agencia gubernamental EPA y de Johnson. El anuncio de hoy significa prácticamente que la regulación no se hará bajo el mandato de George W. Bush, que termina el 20 de enero de 2009. El proyecto debe estar abierto a comentarios al menos 120 días, que se cumplirán a mediados de noviembre. El plan presentado por EPA al público tiene un sesgo negativo hacia la regulación, con numerosas advertencias de varios departamentos sobre el impacto que la medida tendría sobre la economía estadounidense. Según publicó hoy el diario "The Washington Post", el sesgo es una orden directa de la Casa Blanca. "El proyecto refleja la complejidad y la magnitud de la cuestión", afirmó Johnson. "El proyecto impondría unos costes agobiantes a la economía con la forma de un masivo impuesto escondido, sin que siquiera se asegure que ocurra en efecto la pretendida reducción de emisiones", agregó la Casa Blanca. Pero EPA estaba obligada a presentarlo, porque así se lo exigió el Tribunal Supremo en abril de 2007, cuando determinó que los gases de efecto invernadero son un agente contaminante y que la EPA, aplicando la Ley de Aire Limpio de 1990, debe regular sus emisiones. Johnson, en una teleconferencia hoy, siguió los pasos del propio Bush y aseguró que la Ley de Aire Limpio no puede aplicarse al problema del calentamiento global, porque la ley está diseñada para asuntos locales y regionales, y no planetarios. "Si nuestro país es realmente serio sobre la regulación de gases de efecto invernadero, la Ley de Aire Limpio es la herramienta equivocada para el trabajo", afirmó Johnson. Hace sólo unos días, en la reunión del G8 en Japón, los países más industrializados del mundo se comprometieron a trabajar para reducir en un 50 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero. Las asociaciones de defensa del Medio Ambiente reaccionaron con indignación a lo que casi cosnideraron una burla del gobierno. "Las acciones de hoy culminan ocho años de catastrófica negligencia de parte de una administración cada vez más irrelevante, y elimina cualquier duda sobre si iba a dejar de cumplir sus obligaciones con el público estadounidense, la ley, el Tribunal Supremo o si iba a hacer algo de veras sobre el calentamiento global", afirmó la organización Sierra Club.

Tags relacionados