Tragicomedia Popular

Un arma gigante cuelga a la entrada, entre los salones María Ugarte y Prats Ventós. En el interior resaltan las pizcas de tinta roja que en su desliz por las paredes quedan impregnadas, creando la tragedia como primera impresión del espectador.

Su vista merodeará cada rincón. Un “altar” con rosas, un candelabro sostenido por pistolas y al centro dos esculturas de “Santos de plomo” rodeadas de balas y cera derramada mantienen la percepción inicial, no obstante, el “auto-retrato ecuestre” sobre toda esta escenografía, refleja la otra temática de fondo: jocosidad y humor.

Estas vertientes se combinan para instaurar una tragicomedia. Cada creación artística pretende reflejar la vida cotidiana asociada directamente con los aspectos divertidos, fatídicos y nefásticos del ser humano.

Algunos artículos representativos Cada una de las piezas que forman parte de esta emblemática exposición tienen un concepto particular, sin embargo, algunas en especifico han causado una impresión significativa en los espectadores.

“Los Mosquitos Puyan”, es una instalación con materiales plásticos. Estas figuras son maniquíes que escenifican vehículos cubiertos con armas de fuego, mientras transitan en medio de una vía. De forma que ejemplifican el caos del transporte urbano causado por el hombre. (Estas piezas fueron elaboradas en homenaje al compositor dominicano Luis Díaz).

“La estética no es fórmula, es una experiencia emocional e intelectual, inducida a través de las expresiones de las diferentes artes”. Esta frase acompaña y describe la silueta de una figura humana elaborada con teléfonos móviles y cargadores.

“Conversación de verano en mi apartamento de Silicon Balley” y “Escandoloso 1 y 2”, son creaciones que resultan excepcionales y llamativas para los visitantes. Se exhiben a través de un monitor y dos escáneres. Según la percepción de algunos presentes, el primero refleja el deseo violento de un hombre, y la mujer como objeto sexual, las demás, simbolizan hipocresía y actitud errónea, “la otra cara del ser humano”.

Al centro, “una pistola columpio” colorida, que si bien al principio pareciera un ambiente sangriento y de guerra, al final, a través del balancero cerca del gatillo, deja de manifiesto, una vez más, que cada pieza es la combinación perfecta de tragedia y comedia, como armonía artística del creador.

(+) COMBINACIÓN DE TÉCNICAS ARTISTICAS NOVEDOSAS. El Centro Cultural de España inauguró el pasado 9 de junio la muestra “Arte Po! Po! Popular!” de Johnny Bonnelly. Estará abierta al público hasta el 22 de julio, y contempla realidades actuales como el crimen desorganizado, el silencio y la ignorancia ante actos de agresión, además, manifiesta “la presencia de la manera en que el deseo violento por emular la cultura armamentista atraviesa niveles sociales, psicológicos y físicos en la sociedad moderna, además del modo en que el mantenimiento del cuerpo se convierte en una metáfora de poder. El cuerpo como maquinaria armada, autoconsciente, omnipotente, eternamente joven y por lo tanto incómoda con la vejez y el decaimiento”.