Los espejos asesinos y otras minificciones
Recientemente la Colección del Banco Central, en su Serie Arte y Literatura, que está a cargo de su Departamento Cultural, publicó nuevas ediciones. En esta ocasión comentaré Espejos asesinos y otras minificciones del escritor dominicano Fari Rosario. En este caso hablaré de este libro. En ocasiones venideras me referiré a los demás.
Espejos asesinos y otras minificciones es un libro de presencias y evocaciones culturales del pasado y el presente. Esto lo encontramos en los relatos que hacen alusiones a personajes mitológicos, como Narciso, centauros, sirenas o escarabajos de oro, hasta en los que hacen referencia a personajes más comunes y corrientes, como el sicario, el chivo o la reina de belleza. Estos se instauran como vaivenes temporales que apuestan a provocar drásticos cambios en la actitud del lector, a sacudirlo contantemente de la silla del deleite estético. El hecho de que uno de los textos hable de la urbanidad y sus monstruos y en la página contigua exista otro que te envuelva en el imaginario de un Narciso del presente, no puede más que generar una curva de exaltación que mantiene un mecanismo de lectura cargado del más potable dinamismo.
Ese dinamismo se refleja no solo en la conjugación de elementos míticos del pasado y el presente, sino que también se percibe en las dosificaciones programadas de los chispazos de humor. Este recurso opera a manera de intermitencias, de manera tan calculada que el libro se escurre entre álgidos puntos de seriedad y cálidos puntos de humor con una pizca de erotismo.
Al estilo utilizado por el autor se suma otro elemento que permite interpretar el libro a través de su constante inclinación hacia la paradoja. Unas veces es de un decir complejo, repleto de misterios insondables, y otras, de una expresividad límpida, escueta e inevitablemente directa. Esta diversidad estilística trae consigo una variedad en el formato y extensión de estos los. En esta diversidad de estilos, los más misteriosos resultan más largos que los que son más diáfanos.
Esto es parte del aspecto estructural de los textos que contiene el libro. Ya vimos que son microrrelatos, así como que unos son más largos que otros dependiendo de la intención narrativa del autor. Otro recurso de relevancia tiene que ver con los títulos en estas microhistorias. En Espejos asesinos y otras minificciones los títulos se integran a las historias como preámbulos de lo que va a suceder, como si introdujeran el texto. Tal es su relevancia que hay textos que sin el título perderían el sentido. Esta es una tendencia, la de integrar el título a la trama de la historia, muy del gusto de la narrativa contemporánea. En este caso, no hablamos de que la primera línea forme parte de introductoria del relato, ni que lo complemente, sino que el título completa la historia. Ese límite es digno de resaltar, porque no raya en ninguna clasificación: ni en la del título introductorio, ni en el que es la primera línea del texto, más bien una parte importante de la historia que el autor nos regala en la primera línea.