A Beautiful Mind

“A Beautiful Mind” aborda la vida de John Nash, el genio matemático, que a la edad de treinta años fue diagnosticado con esquizofrenia. A pesar de su enfermedad - gracias a la dedicación de su esposa continuó su carrera en las matemáticas. Sus estudios y aportes lo llevaron a ganar un premio Nobel en 1994 y el reconocimiento mundial. Nash se aislaba en lugar de mezclarse con sus compañeros. Preocupado con su propia realidad (la que existe en su cabeza), parecía no compartir las preocupaciones mundanas de sus compañeros. La película retrata a Nash como un hombre que en cualquier momento puede cruzar la línea a donde sus ideas delirantes crean tragedias bastante reales. Russell Crowe de una forma sutil, logra hacer un papel convincente. Su caracterización de John Nash tiene muchas aristas -el niño-hombre incómodo en Princeton, el humorista sardónico, el matemático profesional arrogante- y estas caracterizaciones crean un protagonista completo y cautivante. Crowe desarrolla un papel bastante cercano a la realidad del personaje verdadero de Nash. Esto es debido a la forma que, de alguna manera ha logrado imitar la postura peculiar de un individuo con esquizofrenia. Con esto, el filme logra cautivar y desenvolver el conflicto todavía manteniendo un enlace que se acerca a lo verdadero.

El director, Ron Howard, hace un excelente trabajo que vincula la tension del protagonista y su enfermedad con el conflicto con su esposa. En el guión se retrata la evolución de Nash de un joven arrogante y aislado a un hombre que se transforma en una alma torturada y paranoica, atascado en un mundo de alucinaciones que lo convencen ser un espía perseguido por agentes del gobierno. Ese guión aporta todos los elementos de ese enlace. En fin, tanto el director como Crowe conforman un equipo que deja al publico boquiabierto con todos los eventos de una de las mentes más brillantes de la historia en el mundo de las matemáticas.