Del cine al cuento: Michelle Guzmán

Michelle Guzmán es la segunda mujer en ganar el primer lugar del concurso de cuentos de Radio Santa María. A primera vista pareciera que estamos ante una escritora que ha dedicado parte de sus años a la literatura, pero en realidad nos encontramos ante una guionista de cine que a pesar de los obstáculos, se mantiene firme aunque con una visión distinta.

Parte de su niñez Desde pequeña las películas clásicas, y las novelas de Agatha Chrstie, la transformaron en una amante del cine y de las buenas historias audiovisuales.

Dedicarse al séptimo arte como oficio, era casi imposible en una época donde no había ni siquiera escuelas en el país. Es asi como la carrera de publicidad se convierte en su única opción, asemejándola con el cine, sin serlo. Al graduarse, continúa con el deseo sagaz de estudiar cine. Es su forma tranquila, sosegada y disciplinada, pero ante todo sus buenas calificaciones que le sirven de ayuda para obtener becas al extranjero y especializarse en guion.

Barcelona y Cuba fueron los escenarios que sirvieron de molde para la carrera de Michelle Guzman. Años intensos, en los que “la paciencia y el amor por lo que haces se ponen a prueba”.

La realidad es distinta a las expectativas. “Al regresar a República Dominicana, con todas las herramientas para triunfar, te encuentras con lo difícil que es hacer cine aquí, tocar puertas, solicitar entrevistas, lidiar con las promesas de llamadas que nunca se hacen...”. Las ilusiones se desvanecen en el intento de una oportunidad incierta.

Michell reconoce que llega un punto donde no se sabe realmente si tanto esfuerzo ha valido la pena.

“El fin de un guion es que sea filmado”. Según Michelle, dedicarse un año o más a escribir un guion para luego engavetarlo, no es funcional. “Soy muy practica, puedo seguir intentando entrar en el cine pero mientras, debo hacer otra cosa, no puedo pasarme mi vida entera tocando puertas. De ahí viene el yo empezar a escribir literatura”.

La literatura en su vida Desde pequeña no solo dedicaba su tiempo a las películas clásicas, también la lectura constante le ayudó a desarrollar este hábito.

“Como no había escrito literatura antes, adapté mi largometraje de tesis en una novela, la reescribí, y fue una experiencia maravillosa, te das cuenta de la diferencia entre un guión y una novela” expresa.

Escribe literatura porque sus personajes son capaces de hacer ciertas cosas que en la vida real ella no haría, y ese viaje de imaginación a través de las letras le otorga “libertad”.

Hoy día Michel escribe más literatura que cine, y su trabajo está vinculado con personas extranjeras, porque está consciente de que se van a materializar.

En la actualidad labora como asesora de guion y carpeta, reescribiendo diálogos y traduciendo guiones.

“Si deseas dedicarte al cine” Recomienda que lo primero es determinar si realmente queremos hacer cine por la alfombra roja o por oficio. Si es por esta última “ármate de paciencia, no arrojes la toalla y hazlo”.

El problema de hacer cine en este país según Guzmán es que no hay cabida ni apoyo a un cine de talento e innovador sino al cine comercial, al burdo espectáculo, a lo banal, a la chercha.

“Si le quitamos el lobismo, la farándula y los premios, el cine puede ser un proyecto cultural como lo merece la República Dominicana, un espacio donde se conjungan todas las artes y donde se aplauda el talento”.