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Séptimo arte

Centauros del desierto

Esta cinta está basada en una novela de Alan Le May, publicada en 1954, es decir, dos años antes del estreno de la película y que constituyó un éxito editorial en los Estados Unidos.

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Rienzi Pared PerezSanto Domingo

Muchas veces hemos escrito que el paso inexorable del tiempo, es el elemento por el cual se va determinando todo en la vida. La madurez llega con los años y por lo tanto, la experiencia. El cine o el arte en sentido general, no escapa a esta realidad.

En la pintura Vincent Van Gogh tuvo que morir para que los años pasaran y una generación posterior pudiera valorar el aporte que hizo este hombre a la pintura. En el cine pasa igual. Cuando en el año 1956 se estrena la película denominada en su título original “The Seachers” que se le dio el nombre en español “Centauros del Desierto”, la crítica en su momento no ofreció muy buena evaluación y desde el punto de vista comercial tampoco lo fue. Sin embargo, hoy día, esta película no falta en algunas de las listas como una de las mejores de la historia, sino, que el género de “western” la encabeza o está en los primeros lugares. Tanto así, que la misma ha sido de influencia para cineastas de generaciones posteriores como: Martin Scorsese, Steven Spielberg, Francis Ford Coppola y George Lucas, entre otros.

La historia se centra en la figura de Ethan Edwards (John Wayne), un hombre solitario que regresa a la casa de su hermano después de haber estado en la Guerra de Secesión. Al poco tiempo, su familia es asesinada por los indígenas y su sobrina Debbie (Natalie Wood), es la única que queda con vida, la cual ha sido raptada. Este hombre cargado de odio y racismo contra los nativos, no descansará en los años por venir en buscar a su sobrina y rescatarla. Junto con él, le acompaña un joven adoptado por su familia Martin Pawley (Jefrrey Hunter) el cual es mitad indígena; por lo que Ethan tiene sus reservas con él por ese odio visceral. Pasan alrededor de cinco años en la búsqueda y Martin cree que Ethan no busca a su sobrina para rescatarla, sino para asesinarla porque entiende que ha sido contaminada por la cultura india.

Este odio le ocasiona a Ethan una vida infernal; ya que va destruyendo toda fuente de felicidad. John Ford - el director - convierte esta película en una historia de obsesión, sobre un hombre derrotado internamente, incapaz de integrarse a la sociedad en la cual vive y solamente cree lo que su conciencia le dicte.

El plano inicial de la película es espectacular, cuando Ethan llega a caballo y de espalda se encuentra ese majestuoso paisaje de “Monument Valley”, reflejando ese color rojizo que inunda la pantalla, y ahí nos damos cuenta, por el comportamiento de este hombre, que está enamorado de la esposa de su hermano. Por lo tanto, podríamos entender la soledad y el resentimiento acumulado, junto con el racismo a los nativos, que el alma de él lleva un pesado fardo que no le deja ser feliz. Al otro día de su llegada, acude a la persecución de unos indios por el robo de unos ganados y cuando regresa se entera de la masacre a su familia antes descrita.

Hay que destacar varios puntos a favor del filme. Primero, el guion adaptado a la pantalla de Frank S. Nugent es excelente; segundo, la fotografía de Winton C. Hoch es espectacular; y por último, la dirección del maestro de maestros John Ford, hace en conjunto que esta película se destaque por su excelencia técnica y estilista. Las espectaculares secuencias de acción de persecución a caballo, y el combate contra la tribu que tiene secuestrada a su sobrina, fueron revolucionaria en su tiempo, dándole agilidad a la trama acompañado de una banda sonora y un desarrollo de profundidad de campo, adornados con otros recursos narrativos, permitiendo que esta película sea una adoración por los grandes cinéfilos y cineastas de todo el mundo.

“Centauros del Desierto” termina con un plano idéntico al comienzo de la película como forma de su regreso; pero realmente Ethan no pertenece a ese hogar. Por lo tanto, se marcha con una satisfacción a medias, dado que logran rescatar a su sobrina ya siendo una adolescente; pero por la intervención de Martin la vida de ella es perdonada.

Esta película es de lo mejor de la filmografía de John Ford y de lo mejor del género de western en la historia del cine.

(+) ALGUNAS CURIOSIDADES DE LA PELÍCULA: 1) El autor de la novela, Alan Le May, se había inspirado en un suceso real acaecido en los Estados Unidos en el año 1836.

2) El personaje que realiza John Wayne (Ethan Edward) era muy distinto a lo que había realizado este actor anteriormente; ya que este personaje tenía características negativas en su personalidad tales como: rencoroso, desconfiado y puramente racista, en lo que todo ello, logra hacer un papel estelar.

3) John Ford había contratado como extras a muchos descendientes de indígenas para que hicieran el papel de la tribu; sin embargo, el jefe indio con la cicatriz en el rostro fue interpretado por Henry Brandon que a su vez era descendiente de alemanes.

4) Durante el rodaje una niña indígena cayó enferma y el actor John Wayne la trasladó en su avioneta al hospital más cercano; por lo que los nativos le llamaron ”El Hombre del Gran Águila”.

5) Como siempre en las historias de John Ford aparece el gran escenario por excelencia que lo ha identificado en casi todas sus películas de “western”: El famoso ‘Monument Valley’.

6) Se dice que “Centauros del Desierto” fue de los pioneros en realizar lo que comúnmente se llama “Behind the Scene”, o mejor dicho lo que pasó detrás de las cámaras.

7) En la última edición de la prestigiosa encuesta realizada por la revista ‘Sight & Sound’ de Inglaterra, en busca de las mejores películas de todos los tiempos, “Centauros del Desierto” resultó la número doce según los críticos de todo el mundo y la número veinticinco, según los directores de cine.

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