Bergson Rosario será reconocido en la FILSD por sus aportes culturales en la región Noroeste del país

Bergson Rosario, es considerado una de las voces literarias más destacadas del noroeste de República Dominicana. Oriundo de las Matas de Santa Cruz, Montecristi, es un gestor cultural con un énfasis marcado en el trabajo con los adolescentes y jóvenes.

Los ha motivado en el mundo de la literatura a través de su rol como escritor, educador y mediante los viajes a cada edición de la Feria del Libro desde Montecristi.

Este sábado 24 de septiembre será inaugurada la calle “Bergson Rosario”, con motivo de la programación que promueve la edición XIX de la Feria, en apoyo a los escritores dominicanos en la diáspora y otros que han dejado sus huellas en varias regiones del país.

DP. Usted es un gestor cultural. Ha aportado su granito de arena para que los jóvenes se interesen por la lectura y la cultura. Asimismo, transporta cada año a jóvenes de la región Noroeste del país a la Feria del Libro. Comente sobre esa faceta.

BR. Soy de naturaleza didáctica y ese didactismo me impulsa a ser cada día un eslabón entre la docencia y las actividades extracurriculares. Siempre me he desenvuelto en el mundo de la cultura, tratando de que los jóvenes, y los no tan jóvenes, se imbriquen en el mismo mundo de sueños y de realidades en el que vivo sumido, en el que se perfilan bajo el horizonte de los orígenes del hombre mismo, viéndolo como una necesidad inherente a su propio accionar. De ahí que haya sido una preocupación latente en todos los momentos de mi vida el cultivo de la cultural. Esta actitud me la legó, en calidad de herencias, mi padre, de quien vi desde mis prístinos balbuceos el trajín cotidiano de la convivencia con los parroquianos de Las Matas de Santa Cruz, comunidad de la cual procedo.

Siempre apuesto porque los estudiantes se preocupen por desandar los vericuetos fascinantes de la comprensión de la lectura y para ello he venido desarrollando varias actividades, como talleres de lectura y producciones literarias. Promuevo la participación en Feria Internacional del Libro de Santo Domingo. Siempre traigo a la Feria uno o dos autobuses de jóvenes estudiantes. Cuando volvemos al aula comentamos la experiencia.

¿Cuál es su valoración en torno al reconocimiento que recibirá este año en la Feria del Libro, que destacará a personajes de distintas regiones del país que han apostado por la cultura?

Las personas que se dedican a realizar una obra, cualquiera que sea, lo hacen con diferentes propósitos. Unos, por determinado emolumento; otros, por fama y notoriedad; otros por… miles de razones. En mi caso, que siempre he estado presente en las diferentes convocatorias de la Feria, tal vez no lo haga pensando en nada de lo propuesto en esta pregunta. Realmente, no lo hago pensando en mí; ni tampoco pensando en la feria; sino más bien, pensando en la juventud de estos tiempos que carecen de la oportunidad de contar con las necesarias orientaciones en el plano cultural. Y este evento viene a solucionar el problema de las deficiencias que en término de cultura adolecemos en el país.

Conocer a un autor vivo, sus obras; verlos caminar por las calles del contexto ferial, constituye para los estudiantes una rica fuente de información viviente de la literatura. En cuanto al reconocimiento que recibiré el sábado 24 de septiembre de este 2016 propuesto por los organizadores de la Feria, se torna en un aliciente, un nuevo motivo para seguir con dedicación tesonera en el cultivo cultural que por lo bajo he venido realizando. Cualquier persona que conozca mi trayectoria como escritor y como gestor cultural, al ver que he sido homenajeado, puede sumarse al desarrollo de este honroso trabajo en favor del país.

Su labor en la literatura. ¿Cuándo se inició? ¿Por qué se motivó a escribir?

Me hubiera gustado saber el día y la hora exacta en que decidí ser escritor, si es que así pudiera llamársele a mi faena escritural. También me fuera de mucha utilidad saber cuáles fueron los motivos que me impulsaron a escribir, a emborronar largas retahílas de hojas libres de ataduras escriturales. Pero lamentablemente ningunos de estos datos los poseo.

Realizando un ingente esfuerzo puedo traer desde las nebulosas del pasado algunos pasajes que delinean mis iniciales vagidos por el empinado cosmos de la literatura. Lo que sí puedo asegurar es que todo fue tan fuerte que aún conservo en el alma los ramalazos de todos los que atraviesan el pórtico de los iniciados.

Sobre su desarrollo en el mundo de las letras, ¿por qué escritor?

Escribir es un proceso que se confabula con los comportamientos sociales; es decir, el escritor es un producto social que se imbrica en el cuerpo de una época y, esa época se convierte necesariamente en su referente cultural por excelencia. De ahí que es la sociedad la que determina, en las más de las veces, para que esa persona que aun naciendo con la inclinación hacia las encabritadas zonas escriturales, tienda a desarrollar o a perder la facultad si nunca la ejercita.

En mí ese fenómeno dio lugar a que la decisión tomada fuera la de convertir esa posibilidad escritural en una realidad tangible. Así, dando vueltas en el carrusel de la vida me fui quedando extasiado con los resultados obtenidos en concepción de mundos ignotos visitados en el vuelo contumaz de la escritura.

En este mundo, he vivido momentos de insuperable satisfacción por los logros a través de los libros que he ido tejiendo en torno a diversas realidades pautadas por las directrices sociales de mi pueblo y más allá.

¿En qué medida considera que ha aportado en su calidad de escritor y gestor cultural en su ciudad natal y en la región?

Cuando se toma en serio el rol de escritor, se asume al mismo tiempo la impronta de realizar los aportes necesarios para que tu sociedad, la que te apaña, la que te presta las primeras herramientas para conseguir una obra de calidad, se vea retratada de cuerpo entero, se vea definida como el contexto en el que pululará como una pieza de ese engranaje de grupo, que es al fin del propósito, quien consumirá tus obras.

Realmente, hacía tiempo que intentaba por más de una ocasión de poner a circular mis obras en mi ciudad natal. Pero el temor al fracaso era más poderoso que mi propia voluntad y así, la desidia terminaba imponiéndose a mis castos propósitos. Pero me envalentoné y promoví a todos los vientos la puesta en circulación de mi segundo libro de cuentos “Encrucijada del tiempo” y los resultados están latentes en la memoria social del consciente de mi pueblo. Recibí el respaldo que desde mis primeros momentos de escritor había deseado, en asistencia y en venta.

En cuanto a mi región, siento que estoy empujando la carreta y que pulgada a pulgada he ido viendo el avance logrado.

También es educador, ¿qué asignatura enseña en la Universidad Autónoma de Santo Domingo?

A la carrera de educación llegué por un caso fortuito. Nunca me imaginé en frente del futuro del país, que son los niños y después los adolescentes, en calidad de profesor, magister o de catedrático. Siempre les digo a mis estudiantes que la vida me empujó por esos tortuosos caminos que es el propiciar situaciones de aprendizajes.

Actualmente en la UASD imparto en las cátedras de Letras Básicas, Historia de la Literatura y Lingüística. Como profesor universitario cuento con un amplio campo de experiencias que se extiende a varias universidades reconocidas en el país y fuera de él. Como podemos mencionar la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM); Universidad Católica de Santo Domingo, (UCSD); Instituto Tecnológico de Santo Domingo, INTEC; Instituto de Formación Docente Salomé Ureña, ISFODOSU; Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), entre otras. Con estas instituciones de educación superior, he tenido experiencias docentes en salones de clase, con docencias, conferencias y talleres.

Y la poesía... ¿Cómo percibe la poesía en los últimos años? ¿Y sus poetas?

Me gusta hablar de este tema porque me permite introducir una especie de estética visualizada por mí en ese complicado oficio de establecer un marco generacional para los escritores de ayer y de hoy. En los últimos diez años del siglo XX y de lo que va de este se ha ido conformando un sentir poético propio de la finisecularidad del pasado siglo y de la apertura del siglo XXI. Justamente, según el Dr. Bruno Rosario Candelier, una generación literaria tiene una duración aproximada de unos treinta años. Lo que implica que entre 1990 y 2020 se cumple con la generación literaria actual.

Los jóvenes poetas que convergen en ese estanco temporal responden a un mismo canon, según el cual, todos cumplen con las mismas características escriturales, formando así una reciente generación de poetas. Por sus comportamientos, y después de haber leído una considerable y representativa cantidades de poetas, llegamos a la conclusión de nominar a la generación como “La Estética de la Soledad y el Vacío”. En esa especie de proclama o estética intentamos dar las razones del porqué llamamos así esta generación, que aún no concluye con la labor del quehacer poético dominicano. (Ver la revista de Arte, Lengua y Literatura CILIYA, órgano de difusión de la Editorial CILIYA).

En conclusión, la poesía de los últimos años es un reflejo de la sociedad actual, diríamos, en el mundo. En ella, la soledad existencial de los poetas lo retrotrae sobre sí mismo y los acogota de tal manera que los convierte en piezas de los desvencijados engranajes de la vida.

En cuanto a sus 13 producciones literarias, ¿de qué tratan algunos de ellos, o más bien, con cuáles se siente identificado?

En cuanto a mi producción bibliográfica se refiere, he logrado arrancarle al trabajo tesonero más allá de treinta obras, de las que le he entregado al mundo editorial trece libros ya editorializados. Ellos son la referencia tangible del resultado de mi esfuerzo invertido en tantas noches sin dormir. Poseo dos libros de cuentos: “Al difunto nadie lo quiso”, con cuatro mil ejemplares vendidos; y “Encrucijada del tiempo”. Asimismo, cuento con “El Postumismo” y “El Vedrinismo”, ambos constituyen parte de otro proyecto mayor, una Historia de la poesía dominicana.

En poesía he publicado los siguientes títulos: “Soliloquio”, “Cascada de sueños”, “Lúdica de la piel”, “Suspiro de la piel”, “Agonía Negra”. Con este libro posiblemente estemos inaugurando una nueva versión en el padre de la poesía afroantillana. “En la virginidad de una historia”, este libro contiene en su índice tres poemas de la larga esencia poemática. Dos de los poemas están dedicados a presentar la vida de dos ilustres ciudadanos ya idos del mundo terrenal, me refiero al Profesor Juan Bosch y al profesor Celso Benavides. El tercer poema, retrata la situación del pueblo haitiano en pleno Siglo XXI.

Por otro lado, escribí dos manuales para el aprendizaje de la Lengua. Recientemente acabo de recibir de la imprenta la Antología poética titulada “Sosegados Alaridos en el Silencio”. En él están referidos cinco poetas de la Línea Noroeste: Joiffre Pimentel, Randorfo Ariostto, Roselina Rivas, Carlos Reyes y Melchor Fleuris.