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Séptimo arte

El balón Rojo

Esta película recibió el Oscar al Mejor Guion Original en el 1956. No posee diálogos. Esto signifi ca que la trama se erige a partir de un balón y un niño y con esos elementos, el fi lme es sumamente mágico, extraordinario

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Rienzi Pared PérezSanto Domingo

Siempre hemos definido al cine como el medio que nos lleva a un lugar de ensueño. Nos permite jugar con los personajes y crear situaciones que, ficticias o no, nos llenan de satisfacción. Una de las cintas que logra ese anhelo es “El Balón Rojo” (Le Ballon Rouge, 1956), dirigida por Albert Lamorisse.

Este mediometraje (34 minutos) se presentó en el Festival de Cannes y, desde la fecha de su estreno hasta el presente, se han disfrutado y admirado cada uno de sus fotogramas, portadores de una historia simple, pero cargada de amor.

La historia comienza cuando un niño se encuentra en el camino un hermoso balón rojo; pero descubre que este balón posee una mente y voluntad propia y le persigue a donde quiera que va, como cualquier amigo. Camino a la escuela, detrás de él va su amigo el ‘balón’ y quiere entrar al curso con su amigo; pero no puede. Sin embargo, se asoma a la ventana siendo la envidia de los niños y la atención de los adultos. Producto del bullicio, el director del plantel escolar le llama la atención al niño y le deja de castigo ese día. Cuando sale con su ‘balón rojo’ a cuestas, se encuentra con una niña en la calle que también lleva un ‘balón azul’ que posee vida propia, y ambos balones simbolizan un amor sublime.

Lo importante a destacar en esa fantasía es crear alma a las cosas. ¿Quién en un momento determinado de nuestras vidas, no ha humanizado un objeto inanimado, llegando incluso a quererlo como si fuera un ser viviente? El globo representa para el niño ese ser de ternura que es rechazado. Por eso, no le permiten subir al tranvía con el globo, no le dejan entrar al colegio; sin embargo, llama la atención de los otros niños por su color brillante e intenso y ser la envidia de Pascal. Es su fantasía.

El color es importante en la película. Las localizaciones oscuras y grisáceas, ayudan a que el color rojo del balón se destaque plenamente; todo esto acompañado de unos planos generales con gran profundidad de campo, que hace del balón un ser libre. Ese es el mensaje de la película sobre la libertad, la amistad y ese amor incondicional que se entrega sin esperar nada a cambio; porque el amor filial de un niño con su juguete es leal, absoluto, ilimitado y puro.

Es un filme con ausencia de diálogos. Solo podemos ver sonrisas, gestos que se interrumpen cuando un grupo de infantes, de forma envidiosa le caen atrás a Pascal y su globo, con la única finalidad de explotarlo para que el protagonista no se divierta sanamente; porque la envidia les corroe el alma, de la misma forma en que socava con sentimiento negativo una buena amistad.

Este estado mental daña la capacidad de apreciar las posesiones individuales. La persona envidiosa es insaciable, porque su envidia proviene de su interior y casi nunca queda satisfecha. Por eso, el grupo de niños y jóvenes al no poder tener el globo, y ver a nuestro amiguito Pascal ser feliz, acaban por destruirlo. Pero lo más conmovedor de todo esto es cuando Pascal está triste de ver su globo desfallecer, llegan al lugar un grupo de globos de diferentes colores y de distintas partes para poder consolar a nuestro protagonista, y elevan al balón rojo hacia al cielo para llevarlo a la eternidad. Esta representación del balón engloba muchas cosas desde el punto de vista religioso, ideológico y socialmente hablando, para poder comprender muchas cosas de la vida.

La película es sumamente apreciada dentro de los anales de la cinematografía mundial, y es necesario que toda persona pueda deleitarse con su visionaje, porque en el cine, a veces, las palabras sobran y solamente quedan las imágenes que hablan por sí solas. Por eso queda el epitafio que “una imagen vale más que mil palabras.”

Es una obra del cine para todas las edades, ya que todo adulto siempre tiene su niño interior deseando salir para maravillarse y transformar la fantasía en realidad; para poder vivir en un mundo menos egoísta y más espiritual.

(+) ALGUNAS CURIOSIDADES DE LA PELÍCULA: 1) Esta película recibió el Oscar al Mejor Guion Original en 1956. No posee diálogos. Esto significa que la trama construida a partir de un balón y un niño. Es sumamente mágica, extraordinaria.

2) Alberto Lamorisse competía con el Mejor Guión Original en ese año con Robert Lewin por “Amanecer Sangriento”; Andrew L. Stone por “Julie”; Federico Fellini y Tullio Peinelli por “La Strada” y William Rose por “El quinteto de la muerte”.

3) Recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes al Mejor Cortometraje.

4) Se estrenó en Francia el 15 de octubre del 1956 y en Inglaterra fue el 23 de diciembre del mismo año. Al poco tiempo hace su debut en los Estados Unidos, dejando en el público un grato sabor a buen cine.

5) El niño protagonista (Pascal Lamorisse) es el hijo del director de la película.

6) Este mediometraje fue estrenado para la televisión por el entonces actor Ronald Reagan, en un capítulo de la serie de antología ‘General Electric Theater’ en la CBS, el 2 de abril de 1961.

7) Durante los años 60, 70, 80 y tempranos de los 90, esta película fue popular en las aulas primarias a lo largo de los Estados Unidos y Canadá.

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