Entrevista
Johnnie Mercedes: “El arte nos recuerda que somos humanos capaces de amar”
Johnnie Mercedes es uno de los actores y directores dominicanos más versátiles y entregados a su carrera artística. Con una amplia experiencia y trayectoria, es como si su vida completa girara en torno al teatro y el cine, pero esa pasión también la refleja en la manera tan clara con la que expresa sus sentimientos, sus emociones y principios. Se ríe muchísimo, pero toma con seriedad lo que lo amerita. En cada una de sus respuestas deja claro su carácter y entrega abierto el corazón.
P: Hoy en día se puede vivir de la actuación, pero era casi imposible cuando comenzaste ¿Por qué decides dedicarte a una carrera así a pesar de los riesgos y la inestabilidad? R: Siempre he entendido que es mejor hacer lo que amas y no ser un prisionero de asuntos que te facilitan cosas, menos felicidad.
La juventud siempre se arriesga, era muy joven y aún mi espíritu lo es más. Aparte de que, toda carrera lo es, sino, le damos toda la pasión.
P: ¿Llegaste a tener alguna dificultad o reto muy fuerte y dudar en el camino? R:Nunca duda, más sí dificultades, que siempre las hay; pero eso es lo que lo hace más sabroso, esos sacrificios que no son más que la zapata de tu edificio de sueños.
P: Has sido uno de los actores más camaleónicos del país ¿qué tan importante es la caracterización física para un personaje? ¿A qué cambio no te someterías? R: La caracterización más importante para cualquier personaje es la que se hace por dentro, esa que sólo se logra con el análisis y el estudio del personaje, luego de eso, lo demás llega por añadidura y en el fondo no deja de ser un decorado más, importante, pero decorado. Y por lo demás, sí, creo que hasta ahora me sometería a cualquier tipo de cambio siempre que sea necesario y justificado en la historia que queremos contar.
P: Entre algunos sectores tienes fama de ser un director de teatro un poco “duro” de carácter ¿a qué entiendes que se debe esta reputación? R: Creo que es porque tengo como política que en un evento el único protagonista es el proyecto en sí y, aunque soy amoroso, sensible ante situaciones, sé escuchar y entender; no puedo, bajo ninguna circunstancia, permitir un confort tan agradable en el trabajo, que atente contra las situaciones que nos llevarán al objetivo planteado. Muchas veces queremos cosas, pero se nos olvida que para ello hay que trabajar duro, y exijo trabajar duro.
P: ¿Cómo comienzas a involucrarte detrás del escenario, cómo empiezas a dirigir? R: Creo que por lo general todo artista, si su familia no lo es, inicia desde muy temprana edad en las iglesias y en las escuelas, cantando, actuando y todo lo demás. Yo por igual en el colegio, y desde ahí también dirigía, pues cuando estoy en las academias de arte por donde he pasado, esa parte iba de la mano de todo lo otro y en Bellas Artes fue igual. Pero ya profesionalmente lo hago cuando soy egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático, prácticamente de una vez, con una obra infantil que se llamó “El Espantapájaros “ y por la puerta grande, en la sala de Bellas Artes (risas) luego de eso fue imparable.
P: Tu compañera de vida es actriz y tu hija mayor, Akuharella, también. ¿Cómo se llevan en casa entre tantos artistas? R: Y las otras dos también, Rria y Gaia (risas) de hecho nos verás a todos en la próxima película de Ángel Muñiz “Y A DIOS QUE ME PERDONE”. El actor y productor Fausto Rojas, mi amigo y hermano, me pidió una vez que le permitiera hacerse rico, me reí y lo miré como quien dice “¿de qué hablas?” Y me dijo “es fácil, sólo déjame instalar cámaras por todas partes en tu casa y luego venderlo a un canal de tv, te juro que nos hacemos millonarios”.
Con eso te digo todo.
P: Además del cine y el teatro, cuál es el género artístico que más te inspira? R: Todos, la plástica, las narraciones, la danza, pero creo que la música es algo que, si hay que buscarle un sinónimo a esa palabra, sería el amor.
P: ¿Te gusta leer? ¿Qué tipo de lectura o escritor prefieres? R: Tengo que leer aunque no lo quiera, pues en mi trabajo no hay forma de escaparse a eso. Me gusta leer, sí, no me vendo como un intelectual come libros, quesos y vinos, tampoco lo soy; pero sí es entretenido hacerlo y por costumbre también lo hago.