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ESTRENO DOMINICANO

Todos los hombres son iguales

22 años después de su estreno en España bajo el título “Todos los hombres sois iguales” (con dos Goya incluidos, Mejor Actriz y Mejor Guion Original), su director, Manuel Gómez Pereira hizo su autoremake en la República Dominicana, adaptando su guion original a la realidad del país, a cuatro manos con Miguel Alcántara.

El resultado de esta comedia ligera se inscribe dentro una línea cinematográfica donde el director evita cualquier roce con lo chabacano, lo vulgar, la mala educación y la proliferación de la “chercha”, tan común en la inmensa mayoría de las mal llamadas “comedias dominicanas para la familia” que salen a las pantallas nacionales (aupadas por…) como si se trataran de lámparas maravillosas.

“Todos los hombres son iguales” hará reír y también pensar, porque busca el fondo de las cosas. Es una película capaz de avergonzar, de llamarnos la atención de lo que somos y de lo que permitimos (atenidos a lo que somos) como sociedad.

Con una puesta en escena sobria, marcada por una adecuada economía de recursos y sin recurrir a grandes pretensiones tecnológicas, este filme funciona a partir de su guion (no todas las veces), de los diálogos, de los gags y las situaciones chispeantes en que se ven envueltos los protagonistas.

Muchos aplausos para Nashla Bogaert, sin nada que envidiarle a la “goyarizada” Cristina Marcos (protagonista de la versión original). Cuando ella sale a la pantalla, el filme se enriquece, sube de tono y apunta a la permanencia. Su frescura, naturalidad y poder de histrionismo la colocan ya en una de las figuras emergentes del cine dominicano, con un futuro promisorio.

¿Defectos? La “dominicanización” del guion no siempre alcanza resultados de importancia, como pueden ser los flashazos de Frank Perozo como entrenador de béisbol, la pésima dirección de actores, o el personaje del policía, totalmente fuera de contexto, perfectamente sustituible y que nada aporta al desarrollo de la película. Todos sobreactúan (excepto Bogaert, por supuesto) y eso a veces, molesta a un espectador que busca cine.

¿Influencias? El mejor Spielgberg, por ejemplo se tributa en la escena del escupitajo de la protagonista dentro de la taza de café que saboreará su contraparte instantes después (aunque Whoopi Goldberg lo hizo mejor en “El color Púrpura.)

Entre risas y carcajadas, “Todos los hombres son iguales” es una bofetada contra el machismo; una invocación contra la manipulación, la mentira, el alarde y el destino como paraíso de “turismo sexual” con que se ha pintado alguna vez a la República Dominicana. Ah, y el final de la película, tan evidente, debió merecer una salida acorde con los nuevos tiempos.

Estamos frente a una película decente, aprovechable, que puede llevarse por el mundo con la frente en alto. No estará a la altura de..., pero sus productores hicieron algo distinto, que vale la pena.

Ficha técnica

País: República Dominicana. Año: 2016. Duración: 86 minutos. Productor: José Ramón Alama. Director: Manuel Gómez Pereira. Guion: Manuel Gómez Pereira y Miguel Alcántara. Reparto: Nashla Bogaert, Cristian Meier, Mike Amigorena y Frank Perozo. Sinopsis: Tres hombres en proceso de divorcio se conocen durante un vuelo a República Dominicana. Hacen amistad y una vez en el país deciden compartir un estilo de vida, mudándose juntos y estableciendo reglas de convivencia de estilo machista.

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