GRANDES CLÁSICOS
Los 400 golpes
Sobrecogedor. Este film explora de manera consciente cómo afecta la vida de un joven su relación familiar con su entorno social. Dependiendo del trato y la comunicación será un ciudadano insertado en la sociedad o se considerará un paria del mismo.
Francois Truffaut (París, 1932-1984) fue una figura influyente en la historia del cine. Su obra comprende una estela de grandes producciones consideradas muchas de ellas obras maestras. Esto lo convierte en un renovador y un autor brillante. Su primer largometraje, “Los 400 Golpes”, contiene un estilo prácticamente biográfico a través del personaje Antoine Doinel.
En esta cinta, el protagonista es un adolescente que integra un hogar donde no abunda el afecto. Su madre es una mujer soltera y el padrastro hace lo posible para soportarlo. La falta de atención al joven le lleva a ser un ente disfuncional en el colegio y solamente quiere estar con amigos deambulando calle arriba y calle abajo, haciendo todo tipo de travesuras. En su andar callejero descubre a su madre con su amante, lo que la vida viene a darle otro golpe duro; todo lo que tiene que enfrentar va llevando su joven espíritu a la rebeldía; por lo que su padrastro y su madre buscan deshacerse de él a través de un reformatorio, donde sufre de impotencia y llora. Es tratado como un criminal, es fotografiado y le crean un archivo donde lo tienen en observación constante. La única manera de sentirse libre es cuando anda junto a su amigo buscando qué hacer con su tiempo.
Dentro de una familia disfuncional existe esa incapacidad para poder satisfacer las necesidades emocionales básicas; los miembros de estas familias son personas psicológicamente rígidas, que todo lo critican y desalientan, y es por lo que pasó nuestro personaje principal, donde vivía un mundo asfixiante que en momentos se ahogaba y buscaba afanosamente un aire de libertad.
El papel del protagonista, Francois Truffaut, quiso construirlo en base a experiencias vividas por él como una forma de expurgar todo ese sentimiento y manifestar toda la preocupación que tuvo siempre consigo; y fue el del amor y el cuidado hacia los infantes.
La puesta en escena es excelente, donde lo que importa verdaderamente son los personajes, y la fotografía hace gala de planos generales para destacar el mundo de la calle, de sus ruidos y de las gentes. Se trata de una película que plantea lo real versus las ilusiones, y lo que realmente importa de la vida es disfrutarla y vivirla a plenitud. Por eso, es la libertad que quiere sentir Antoine Doinel en su mundo con sus amigos, con la única condición que no tiene el afecto y el amor del hogar que todo muchacho espera.
La escena final cuando Antoine sale corriendo por toda la ciudad y la cámara le sigue de manera constante como buscando algo de liberación. En este andar logra llegar hasta el mar. Esta imagen del mar viene a representar esa libertad anhelada, donde haya un futuro lleno de esperanza para poder construirlo. Sin embargo, otra lectura puede ser, que el mar está ahí como interrumpiendo ese deseo y nuestro protagonista se voltea y mira hacia la cámara, donde en un primer plano se frisa la imagen, dejando al espectador el resultado que pudiera tener en la vida de Antoine.
Es una película sobrecogedora y humana, donde buscamos de manera consciente el significado que tiene y cómo afecta en la vida de un joven, su relación familiar con su entorno social. Dependiendo de este trato y comunicación será un ciudadano insertado en la sociedad o se considerará un paria del mismo.
Francois Truffaut con este primer largometraje que realiza; rompe con ciertos esquemas del cine francés y junto con otros cineastas del momento, crea lo que se denomina “La Nouvelle Vague” lo que se infiere como la nueva ola francesa del cine. Es el llamado cine de autor.