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Efeméride

El cincuentenario de “Paradiso”

La celebración del 50 aniversario de primera edición de “Paradiso” de José Lezama Lima (La Habana, 1910-1976) es abrir la puerta (de nuevo) de la literatura (necesariamente) compleja. “Solo lo difícil es estimulante”, decía el poeta.

La publicación de la célebre novela “Paradiso”, de José Lezama Lima en su primera edición en La Habana (1966), constituyó un hecho sin precedentes en la historia de la cultura cubana. En aquella coyuntura histórica, el acontecimiento cultural que se estaba gestando con esa gran novela no fue entendido, promovido ni aprovechado en su riqueza universal como se debía.

Por una parte, el insólito hermetismo de su contenido produjo cierto rechazo propagandístico oficial que incidió en una parte del sector intelectual de la sociedad cubana, El erotismo explícito de su capitulo VIII, significó severos insultos.

Lo cierto fue que aquella primera edición, llena de erratas y con la censura del citado capitulo VIII, impidió al lector cubano, tener una exacta visión de la obra que llegaba a sus manos.

Los aportes de la poesía de Lezama, su peculiar construcción metafórica llena de dobles lecturas, la desbordante originalidad y complejidad de su discurso, basado en imágenes sobre imágenes, metáforas sobre metáforas, fue llevado a la novela con una profundidad estética nunca antes vista. En definitiva, se estaba en presencia de una vanguardia que no todos estaban dispuestos a aceptar.

Lezama no sólo no tuvo la oportunidad de corregir aquel desastre que salió a la luz “casi a escondidas”, sino de enfrentar una segunda edición en su país que le permitiera revisar celosamente todos sus capítulos. Parecía que “Paradiso” iba a quedar en aquellos mil ejemplares con aquellas faltas. Pero, para su suerte, la novela cayó en manos de su gran amigo y alumno, Julio Cortázar, que no solo se deslumbró ante el hecho cultural, sino que se autopropuso su albacea. Y no paró hasta que tradujo al francés el texto de más aportes estéticos a la historia de la literatura latinoamericana del presente siglo.

En 1991, y cuando Paradiso triunfó definitivamente a nivel mundial para muchos, Cintio Vitier prologó su segunda edición en una edición crítica, a cuatro manos con su esposa, Fina García Marruz, a partir de la primera edición crítica publicada en 1988 por la Asociación de Archivos de la Literatura Latinoamericana, del Caribe y Africa del Siglo XX, con sede en París bajo las auspicios de la UNESCO.

“Paradiso”, al decir de Cintio Vitier, es la historia imaginaria de un poeta que quiere alcanzar o merecer la sabiduría, y se basa en los testimonios y experiencias de su personaje protagónico, José Cemí, de sus familiares, de los amigos de su edad y de quien va a ser, en definitiva, su maestro: Oppiano Licario.

A su muerte, Lezama dejó su segunda novela, Oppiano Licario, inconclusa. La edición cubana estuvo al cuidado del poeta y ensayista Emilio de Armas, y se publicó por la editorial Arte y Literatura en 1977.

En “Paradiso”, hasta el capítulo VII, el tema central es la familia y su entorno. Ya el capítulo VIII contiene la iniciación sexual en la edad de la adolescencia, y a partir del IX hasta el XIV, transcurre la experiencia vital de un joven cubano tratando de encontrar su propia identidad.

Este mundo interior lleno de verdades y sondeado con la mejor poesía, constituye el máximo resultado expresivo del movimiento intelectual cubano nucleado “Orígenes”, un tratado de cubanía del que se desprenden hitos excepcionales. Mas que una simple novela con tramas y subtramas de corte existencial, “Paradiso” es el propio Lezama Lima, e incluso, “algunos piensan que no es lo mejor de Lezama. Sea como fuere, si no es lo mejor, al menos, es todo Lezama, con sus ángeles y demonios.” “Paradiso” es un ensayo narrativo que no podrá ser entendido por el lector común porque, con independencia de sus múltiples y a la vez obligatorias lecturas, es una obra que se concibió con su propio código lingüístico. Con esto, no solo se advierte su complejidad formal, sino el propósito de su autor: Escribir una obra para ser leída siempre. Incluso, volver a ella al calor de los años con la seguridad de encontrar ángulos insospechados; una lectura por partes, por capítulos y hasta por episodios: “ese afán comunicador (al decir de Cintio Vitier) se adviene como una cátedra de humanidades, un irónico centro de estudios, una universidad tan atractiva como heterodoxa.”

Una novela a la que todos debemos a aspirar con el pleno convencimiento que nunca podremos escribir algo similar.

(+) LEZAMA: UN ESCRITOR DIFICIL “Paradiso” de José Lezama Lima (La Habana, 1910-1976) es abrir la puerta (de nuevo y siempre) de la literatura (necesariamente) compleja. “Solo lo difícil es estimulante”, decía el poeta.

“Lezama, además de poeta, fue novelista y ensayista de fondo, de largo aliento. Leer a Lezama requiere entrega, exige talento, pues al lector también se le pide participación, inventiva. Lezama Lima es un escritor que convierte cada palabra en una puerta, el lector es quien articula con su talento las herramientas invisibles con las que tropieza en su recorrido. La literatura no es un objeto de consuelo ni una bolsa de plástico con la que se cubren los problemas. Al contrario, la literatura es una batalla cuerpo a cuerpo entre el individuo y la palabra.

“El cincuentenario de la publicación de “Paradiso” está pasando inadvertido en la “gran prensa” y en muchos sectores literarios (que han cedido a la autoritaria presión del mercado). Y no podía ser de otra manera en una época donde se sobrevalora la palabra obvia, la frase mediocre, la historia maquillada de “personajes buenistas y malos desgraciados”. “Paradiso” llegó a ser comparada con el “Ulises” de Joyce. Hoy, como tantos otros clásicos, Lezama es un subversivo de la palabra que atraviesa en silencio la falsa luz (cegadora) que ilumina el valle de sombras.” (Edgar Borges. Sétima Revista, Semanario Online.

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