Santo Domingo 21°C/21°C clear sky

Suscribete

Crítica Literaria

Giovanni Di Pietro y su pensamiento crítico sobre escritores dominicanos

Avatar del Listín Diario
Dr. Juan Martínez LuqueSanto Domingo

No sé si al leer los juicios críticos de Giovanni Di Pietro sobre la literatura dominicana, debemos afrontar estos vituperios como argumentos de valor que puedan contener de forma exhaustiva la relación de todos aquellos escritores buenos y no tan buenos.

Es cierto que la crítica literaria no está pensada para complacer, ni para otorgar medallas inmerecidas a escritores mediocres. También es cierto que constatamos un exceso de ego en algunos escritores dominicanos, que quieren pasear el estandarte con la bandera de un logro excelso, cuando en realidad están cerca del fracaso.

Pero eso no es una razón para generalizar. Si nos conformamos con una visión histórica y olvidamos que la evolución literaria es constante y está sometida a flujos de lectores mucho más impacientes que en tiempos pasados y que apenas quieren reflexionar después de leer un libro. Podemos comprender que debería haber una forma distinta de escribir.

Hoy se escribe diferente a ayer. Por eso, creo que no deberíamos comparar de forma tan leve, los escritores dominicanos del siglo pasado y los contemporáneos. Debemos ser más pragmáticos en nuestra forma de entender el mensaje escrito, critico, porque las narrativas a las que se refiere Giovanni Di Pietro, están ancladas en escritos donde al parecer; -- según él, no reflejan el devenir de la nación , y que desde comienzo del siglo XIX hasta los sesenta, la narrativa empieza a decaer, siendo probablemente más conceptual que hoy porque los nuevos escritores; “empezaron a improvisar en términos formales y se perdieron por un tiempo en la novela experimental”

Es cierto que Giovanni Di Pietro nos confirma su reprobación sobre los escritores dominicanos en la actualidad, aunque algunos quizás anduvieran con las plumas orientadas hacia un horizonte más alto que el que le correspondía. Sin embargo, podemos constatar que un puñado insignificante de narrativas dominicanas enfoca algún problema social de primer orden y de actualidad aunque un poco escondidas o confusas porque se refieren a hechos que podrían ser reales, posiblemente con algunas pinceladas de fantasía. Es decir una narrativa con hechos que podrían suceder y que el escritor refleja con historias paralelas a la situación real de nuestro país. Una real implicación.

Por ejemplo: ¿Acaso las obras de Marcalle, “Calles enemigas”, o “La manipulación de los espejos” no son criticas con sentido social o moral? Es obvio, y por tanto debemos considerar que se trata de un escritor valiente y honesto, comprometido con su tiempo.. Entonces ahora viene mi pregunta. ¿Creen ustedes que si estas dos narrativas hubiesen sido publicadas en Colombia o Chile, por escritores autóctonos no hubieran tenido más impacto dentro del mundo literario?

Sin embargo, es también irrefutable que actualmente necesitamos escritores dominicanos que suban el listón de nuestras narrativas, criticando con plasmada realidad y de forma extensa, la situación de nuestro país, con una verdadera novelística de altura que reflejara el estado actual de nuestro pueblo, político, social, económico, y ante todo poniendo como telón de fondo el aspecto moral, que cada día se empeora y que nos lleva a situaciones de extrema complicidad.

Algo es innegable, necesitamos un gran escritor para empujar nuestra literatura a la elite mundial

Es cierto que había una gran esperanza en Marcio y que todos esperábamos que sus obras fueran reconocidas con premios internaciones de sobrada solvencia, como “Príncipe de Asturias”, u otros similares, pero en la actualidad, esa esperanza desapareció.

Simplemente creo que Marcio es un gran escritor, pero con limites que no permiten catapultarlo más lejos porque para ello debería escribir una gran obra, que pusiera al mundo literario de acuerdo sobre su gran calidad, que aun esconde porque siempre falta algo en sus obras para concluir como “extraordinario”, y vencer esa barrera que frena su pluma, a pesar de tanta clase. Poca es la diferencia que le separa de una gran obra, pero ahí está latente y solo él puede demostrar que está a su alcance.

Ahí estuvo igualmente Ramón Lacay Polanco, casi al límite, entre ese ídolo que necesitábamos y que se quedó un poquitín, falta de soltura de su pluma que a veces se distrae, pero que en realidad es elegante y concisa. Creo que mereció algo más que lo que obtuvo, porque su forma de escribir era diferente y amena.

Un crítico literario como Giovanni Di Pietro hay que leerlo y analizarlo con enorme atención, porque es probablemente el mejor investigador de la literatura dominicana, pero debemos cubrirnos de esperanza y reconocer que nuestra literatura avanza y se hace respetar en el mundo de la literatura hispánica.

Realmente tiene razón cuando nos resalta esa enorme tiranía que avasalla y que se esconde bajo el sistema neoliberal, por eso él se entristece mientras busca a ese novelista que sea capaz de denunciar a través de una obra maestra las injusticias de este país, porque según Giovanni Di Pietro, es necesario un novelista de fina pluma y bizarro, que denuncie en episodios interesantes con personajes llenos de vida, todas esas inmoralidades que sufre la República Dominicana a través de la descomposición social, que frena de forma constante el desarrollo de este país, donde todos los estratos sociales están afectados, como él denomina: “la corrupción rampante y la inmoralidad”.

Cuando se le pregunta sobre nombres conocidos de la literatura dominicana: Avelino Stanley, Pedro Antonio Valdez, Andrés L. Mateo, Marcio Veloz Maggiolo, Roberto Marcallé, Leon David, Sanvador Gauthier, Ray Andujar…y otros, Giovanni Di Pietro, responde de forma clara y concisa a cada uno, lo que nos demuestra que conoce a cada escritor, que ha leído toda la biblioteca nacional y que sabe argumentar con los errores de uno u otro autor. Esta forma de criticar, abierta, solo es posible en aquellos críticos que son capaces de ocupar la piel del escritor y demostrar que sus argumentos están basados en un conocimiento completo, y que al parecer Giovanni Di Pietro dice archivar en su mente. Por eso de Avelino crítica una parte de sus cuentos, de Marcio escribe que se descuida sobremanera y se repite a menudo. A Pedro Antonio lo considera un escritor sin profundizar en nada. Y así hace el tour completo sobre cada uno de los autores más relevantes de nuestra literatura, encontrando algunos aburridos, otros sin contenido, otro sabelotodo…..

¿Acaso Giovanni Di Pietro tiene razones para criticar de forma tan rigurosa nuestra narrativa? Esa respuesta pertenece a cada escritor y de manera intima.

Es cierto que deberíamos tener escritores más comprometidos con la sociedad y con los compromisos incumplidos, con la inmoralidad, la pobreza, la corrupción, el abuso de poder, las injusticias, los jueces sin conciencia, pero para ello deberíamos cambiar nuestra forma de pensar y no dejarnos influenciar por ningún gobierno, escribiendo en libertad según las tendencias de cada escritor, porque:

No hay triunfo sin renuncia, victoria sin sufrimiento, libertad sin sacrificio

o simplemente añadir como ultimo pensamiento la frase de un escritor anónimo:

Mi mayor libertad son mis pensamientos.

Tags relacionados