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Séptimo arte

El ladrón de bicicletas

Sergio Leone, quien por años fuera el principal exponente del llamado “western espagueti” trabajó como asistente de Vittorio De Sica en el rodaje de esta cinta.

Realidad. El Ladrón de Bicicletas muestra una época difícil donde los individuos tienen que luchar por sobrevivir producto de la Gran Guerra que marcó a un continente y a la larga demostró que la necesidad es el eje central de las cosas.

Realidad. El Ladrón de Bicicletas muestra una época difícil donde los individuos tienen que luchar por sobrevivir producto de la Gran Guerra que marcó a un continente y a la larga demostró que la necesidad es el eje central de las cosas.

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Rienzi Pared PérezSanto Domingo

El neorrealismo fue un movimiento cultural, nacido y desarrollado en Italia, después de la Segunda Guerra Mundial. Tuvo gran influencia en directores como Roberto Rosselini, Federico Fellini; Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni y Vittorio de Sica, entre otros.

Este movimiento llevó a la pantalla dramas humanos enclavados en sectores sociales muy desfavorecidos para destacar las condiciones de vida de la gente; la frustración, la pobreza y la desesperanza.

Su principal intención fue plasmar la realidad tal y como era. Se trataba de un cine con una orientación social capaz de representar la terrible depresión de posguerra. Uno de los grandes exponentes de este movimiento lo fue Vittorio de Sica, y su obra fundamental se considera “El Ladrón de Bicicletas”.

Esta es una película de 1948, y su trama se inicia cuando Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani) se encuentra desempleado y logra conseguir un empleo de pegar carteles en toda la ciudad; pero necesita la bicicleta como medio de transporte en su labor. La misma se encuentra empeñada y su mujer consigue volver a obtenerla y entregársela a su marido a cambio de empeñar las sábanas de su casa. Antonio, muy satisfecho, y en compañía de su hijo, asiste al primer día de su tarea pero, a la hora de trabajar, un jovenzuelo le roba la bicicleta. Antonio intenta perseguirle siendo inútil el esfuerzo. Regresa a su casa sumergido en la tristeza y donde quiera que acude en búsqueda de ayuda, lo que encuentra es indiferencia y hostilidad.

El guion es adaptado de una novela corta donde el guionista Cesare Zavattini logra componer unos diálogos fantásticos, bordeados a la perfección. La puesta en escena por parte de Vittorio De Sica es extraordinaria; logra unos planos generales que permiten contemplar el libre movimiento de sus actores, unos planos en donde involucra a cada espectador en la angustia y en la desesperación de la azarosa vida de Antonio.

“El Ladrón de Bicicletas” nos muestra una época difícil donde los individuos tienen que luchar por sobrevivir producto de la Gran Guerra que marcó a un continente y a la larga demostró que la necesidad es el eje central de las cosas. Sin embargo, también nos muestra la relación de un padre con su hijo, y ese compañerismo entre ellos; porque el hijo ve en su padre al hombre ideal. Lo adora y le idealiza por querer ser como él. Por eso, la escena final es desgarradora, y a la vez, la más perfecta que se haya visto en la historia del cine.

Para el escritor José Manuel Caballero Bonald en su entrega en “El Cultura”,l nos dice: “Una de las más conspicuas lecciones de El Ladrón de bicicletas radica en la actitud del director, en su manera de conducir un hilo argumental tan quebradizo y tan propenso a deslizarse hacia lo excesivamente didáctico o hacia cierto oportunismo populista. No ocurre así, por supuesto. Vittorio de Sica ejerce de crítico de la sociedad -de la vida- sin recurrir a ningún artificio expresivo, sólo mostrando la impecable desnudez de unos hechos vividos o que han podido simbólicamente vivirse en un tiempo y unas circunstancias muy precisas. En aquella Italia de finales de los 40, todavía recientes los desastres de la guerra, el obrero que protagoniza Ladrón de bicicletas no es sino un arquetipo sugerido por otros muchos posibles. La intensidad emocionante de la acción, su estricta significación social, la escueta y limpia estructura narrativa, constituyen a todas luces un ejemplo de eficacia y veracidad. En este sentido, Ladrón de bicicletas trasciende de todo realismo y va más allá de su propia pretensión crítica. Por ahí habría que buscar uno de los más incuestionables aciertos ideológicos de la película: el de plantear el diagnóstico de un ejemplo humano sin dejar de ser un paradigma artístico”.

Es que esta obra lo refleja todo: Arte; espíritu; ambientación, escenario, imágenes. Es un deleite para beber de la sabiduría que nos enseña la vida.

En el final, el padre ya desesperado, realiza lo mismo que le han hecho. Visualiza una bicicleta y trata de tomarla hasta que es perseguido y logran alcanzarlo; en presencia de su hijo es abofeteado, humillado y si no va a la cárcel es por la intervención del niño. Ya de regreso el hijo le toma de la mano y juntos caminan sollozando por la desgracia vivida.

(+) ALGUNAS CURIOSIDADES DE LA PELÍCULA: 1) La película está basada en la novela homónima de Luigi Bartolini (1945).

2) Lianella Carell era periodista y llegó a entrevistar a Vittorio De Sica cuando estaban buscando a alguien para hacer el papel de María. Cuando De Sica la vio, decidió al instante que ella encajaba perfecto para ese papel.

3) Vittorio de Sica nunca quiso trabajar con actores profesionales. Cuando buscaba recursos financieros para la realización de la película encontró un inversionista; pero con la condición que el papel principal recayera en Cary Grant. De Sica lo rechazó porque en todo momento quería usar actores no profesionales.

4) Su protagonista fue un obrero de la Siderurgia llamado Lamberto Maggiorani y lo contrató para ese rol.

5) Lamberto Maggiorani tuvo que luchar por un trabajo en la vida real, algo similar como nos muestran en la película. Ironía del destino.

6) El director de cine Sergio Leone trabajó como asistente de Vittorio De Sica en el rodaje de esta obra. Él también tiene una breve aparición como uno de los sacerdotes que están de pie junto a Bruno y Antonio durante la tormenta.

7) Vittorio De Sica afirmó que seleccionó al personaje del niño llamado Bruno por su forma de caminar y porque se parecía a él cuando pequeño.

8) La escena en la que Bruno va a cruzar la calle casi lo atropellan 2 veces. Fue improvisada, no estuvo pensada pero sucedió al tiempo que estaban grabando y decidieron dejarla.

9) En la versión española de la cinta, estrenada durante el franquismo, se recortaron varias escenas, como la de la iglesia y, en la escena final, mientras el padre se sumerge en la multitud y su hijo le coge de la mano. Se le añadió una voz en off que suavizaba el final y le añadía una moraleja cristiana.

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