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OCOA

Pocos recursos y corazón que ofrecer

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Daniela PujolsSan José de Ocoa

El apresurado cambio que ha sufrido la sociedad dominicana en las últimas décadas ha dejado en el camino a las bibliotecas. En épocas pretéritas, los pueblos, y algunos sitios alejados de la gran urbe tenían un desarrollo cultural enriquecedor. Los parques eran el centro de encuentro e intercambio de ideas, donde los grupos culturales, y de lectura estaban en su máximo esplendor, y sobre todo, crecían las bibliotecas. Ese era el reflejo de San José de Ocoa años atrás, desde la descripción de Alexis Báez, responsable de la biblioteca municipal del pueblo: “Ocoa se caracterizaba por el hábito de lectura, las personas se podían encontrar leyendo, incluso estaba lleno de clubes y clubes de lectura, de la mano de William Mejía, un escritor ocoeño que trabajó con los jóvenes”, expresa Báez.

Aunque ese panorama ha cambiado, aun persiste el interés en personas y entidades que de manera desinteresada buscan avivar la lectura y las visitas a las bibliotecas, para que sean más que centros para realizar las tareas escolares.

El municipio cabecera cuenta con la biblioteca municipal, “Doctor José Francisco Peña Gómez”, ubicada en el Ayuntamiento, al igual que la biblioteca escolar “Zoraida Díaz”, que funciona, no solo para los estudiantes del liceo José Núñez de Cáceres, sino también para los usuarios interesados; la extensión de la universidad Organización y Métodos (O&M) tiene una biblioteca.

En Sabana Larga, el municipio más próximo de la provincia, funciona la pequeña biblioteca “Luis Manuel Patrocinio”, y en la escuela de esta localidad, un grupo de maestras incentivan a la lectura en la etapa preescolar, donde los pequeños adquieren libros que facilitan su aprendizaje. Todas las bibliotecas mencionadas cumplen con el desarrollo de los estudiantes en la adquisición de materiales para la realización de las asignaciones escolares y universitarias, pero el camino hacia un hábito de la lectura está en una atapa rezagada.

Un problema estructural

Para Alexis Báez, el problema de la falta de lectura que se manifiesta en las bibliotecas y en la ausencia de usuarios no es propio de las bibliotecas, es en efecto un problema estructural y las bibliotecas municipales están en la parte baja de una red sin forma ni estructura en su cúspide.

Agrega que una de las soluciones seria darle más poder a la Biblioteca Nacional de su programa “Red de bibliotecas”, que está sin función. Este programa realizaba una radiografía de la estructura bibliotecaria de los pueblos para así realizar el plan de acción correspondiente. A través de ese proyecto, la biblioteca municipal se dotó de documentos bibliográficos: “Las iniciativas a través de FEDOMU y la Bilioteca Nacional se han quedado en papeles. Además, se necesita cierta autonomía en el manejo de la gestión interna de las bibliotecas, además de los recursos”, explica.

La discusión en torno al hábito de lectura es constante, con diferentes argumentos, pero en esencia, la falta de iniciativas por parte del Estado es la mayor dificultad.

El director entiende que para recuperar el hábito de lectura en el país debe haber un plan nacional serio. “Así como el Estado y la sociedad asumieron el Plan Nacional de Alfabetización, de esa misma manera, si se asume una postura de rescate y apertura de la lectura a partir del rol de las bibliotecas, se lograría el auge de estas, aunque con un proceso más lento, pero con rsultados palpables”, enfatiza.

Además de esto, de acuerdo al experto, las bibliotecas, en sentido general, han sido olvidadas porque no hay una política de Estado ni de los gobiernos municipales. Tampoco se percibe interés de los padres, los centros educativos y los profesores.

Para Báez, el hábito de lectura se adquiere, de manera metafórica lo define como tomar una hoja diaria, sin ser un lector voraz. De esta manera se puede adquirir el amor hacia los libros.

“El habito de lectura se ha ido perdiendo porque estamos muy acelerados, la misma sociedad así nos lleva y el ser humano no es una maquina, para ello se necesita tiempo y esfuerzo”, refleja Báez.

También sostiene que ese hábito no comienza sin que una persona o entidad, como es el caso de las bibliotecas, ayude a que esa persona se interese por la lectura: “Hay que cultivar el hábito de la lectura, una lectura saludable sin aislarlos de su entorno. Aparte de esto, entiendo que tampoco se está leyendo la Internet, las personas buscan información superficialmente, no investigan, no leen”, manifiesta.

En las siguientes bibliotecas, como es el caso de Sabana Larga, también hacen uso del préstamo de libros. Cristina Soto, encargada del lugar, dice que son asiduos los que van por este servicio; muchos de ellos viven cercanos a la biblioteca, y tienen más facilidades para adquirir las lecturas que deseen. Sin embargo, el centro de documentación que patrocina INDOTEL está dotado de computadoras sin hacer ninguna función. Entre las razones de la inoperancia tecnológica expuesta por Soto se encuentra la falta de energía eléctrica y la ausencia de un inversor.

¿QUE OFRECE OCOA PARA LA LECTURA? La filosofía de trabajo en la biblioteca municipal se manifiesta en la capacitación de los bibliotecarios en primera instancia, después, los procesos de orden y servicio a los usuarios. La biblioteca realiza el proyecto “Amigos de la biblioteca”, un plan piloto que busca crear un grupo de lectura a través del seguimiento de los lectores potenciales. Estas, son las personas y jóvenes que muestran interés por la lectura y que los encargados de la biblioteca los identifican a través de las visitas que realizan para la búsqueda de clases y las actividades de los diferentes clubes a los que se les ceden el espacio de la biblioteca.

Con ellos buscan adoptar una posición de conocimiento y habito de lectura que pueda incentivar a otros jóvenes. Los incentivamos facilitándoles libros de su interés, al término de la lectura les pedimos un resumen de la obra para ver su análisis, luego que veamos el progreso de ellos, los iremos incentivando para que atraigan más lectores a la biblioteca, y así conformar una gran club de lectura”, sostiene Báez.

Afirma que actualmente hay 12 usuarios potenciales que van constantemente y están adquiriendo el hábito de lectura.

Otra iniciativa es “Biblioteca espacio comunitario”, con esto se le cede el espacio de la biblioteca a diferentes clubes o actividades, respetando el orden de servicio del centro.

Arriba: Biblioteca Municipal. Abajo. Biblioteca "Zoraida Díaz".

Alexis Báez, director de la biblioteca municipal.

Cristina Soto, de la biblioteca de Sabana Larga.

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