En defensa de juan b. Mejia

Camaradas, amigos y familiares del doctor Juan B. Mejía, al que definieron como símbolo de la unidad de la izquierda y del Frente Democrático-Patriótico, rechazaron enérgicamente las declaraciones que, en contra de la digna memoria del fenecido dirigente político, emitiera el señor Fidelio Despradel en su libro “Memoria de un Revolucionario”.

Afirmaron que esa imputación no hace más que reiterar la falta de unidad y el sectarismo del movimiento revolucionario dominicano prevaleciente en toda su existencia.

“Los camaradas, amigos y familiares del doctor Juan B. Mejía, no pretendemos responder el cuestionamiento que hace el señor Fidelio Despradel en su contra, con nuevas cargas de sectarismo e imputaciones, pues la política unas veces es de diferencia y otras veces es de unidad. Nuestro propósito es el de defender la memoria histórica de un revolucionario ejemplar”, expresaron.

La información está firmada por unos Treinta ex compañeros, amigos y familiares del Dr. Juan B. Mejía, entre los cuales se encuentran , su Viuda Elsa Justo, Amaury Justo Duarte, Manuel Valdez, Domingo de Peña, Milagros Bautista, Ramón Padilla, Francisco Mueses (Enrique), Angela Tavares, Manolo Justo, Pablo Graciano, Raúl A. Veras, entre otros.

Afirmaron que el Dr. Juan B. Mejía fue un autentico revolucionario apegado a sus convicciones de la revolución democrática antiimperialista y por el futuro socialista de la nación dominicana y que abogó por la unidad latinoamericana y de los pueblos del tercer mundo, siendo un revolucionario a tiempo completo. “Fue un forjador protagónico -aseguraron- de la unidad de varios grupos marxistas para fundar el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), y trabajó ardientemente por un gran frente democrático en alianza a las fuerzas políticas patrióticas, democráticas, por cuya materialización luchó incansablemente”.

Expresaron que Juan B, Mejía, fue un trabajador infatigable. Durante sus últimos 20 años impartió docencia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), llegando a ser Coordinador General de los Centros Regionales de esa casa de altos estudios. Después de su muerte, ocurrida el 15 de julio de 1997, por sus méritos académicos, fue designada una Catedra Científica y un aula con su nombre, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de esa universidad.

“El comportamiento histórico del camarada Juan B. Mejía constituye un ejemplo de dignidad y decoro que junto a una herencia revolucionaria, y una solidaridad humana a toda prueba, que le ganó respeto, admiración y reconocimiento no sólo en el país, sino en el campo internacional”, manifestaron.

Dijeron que todo ello constituye un legado imperecedero que sus camaradas, amigos y familiares han recogido, y que están dispuestos a defender y dar a conocer como un historial de revolucionario íntegro que durante toda su vida lo acompañó.