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TRIBUNA ABIERTA

Imagen en las redes sociales

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Amelia Reyes MoraSanto Domingo

Son indiscutibles las múltiples ventajas de las redes sociales. Diariamente continúan aumentando sus seguidores y sus interacciones en ellas, tanto así que para conectarse con algunos públicos es imprescindible recurrir a este medio. Para ciertos segmentos de la población, si no estás en las redes no existes. Generalmente, cuando una persona desea obtener información sobre alguien lo primero que hace es buscarla en Internet. Llama poderosamente mi atención el hecho de que la pseudoseguridad de las redes sociales parece invitar a muchas personas a compartir sus más secretas y “escabrosas” intimidades con una apertura y un desenfado que asustan. No me alarma de manera personal; pese a llevar un estilo de vida conservador, tengo la edad suficiente para haber leído o vivido múltiples experiencias que harían imperdonable el susto. Me refiero al impacto que estas opiniones, comentarios o cualquier forma de expresión humana y cotidiana dejados por escrito y, peor aún, acompañados de fotografías como testigos eternos de cualquier desliz particular, tendrían en el futuro de un joven o maduro profesional. Pese a los filtros de privacidad, una vez que la información está en la red, tarde o temprano, de una forma u otra, puede hacerse de conocimiento público. Y, desafortunadamente, no es posible borrarla. El ser humano debe ser visto de forma integral. Aunque se respete la libertad de elección y opinión, las empresas buscan integrar a su equipo talentos con un determinado perfil, personas que reflejen los valores de la institución. Podría suceder que la conducta puesta de manifiesto en las redes sociales esté reñida con la imagen que buscan los headhunters o los departamentos de Recursos Humanos. La coherencia es una cualidad esencial de la buena comunicación, tanto a nivel personal como corporativo. Como asesora en comunicación veo con gran preocupación cómo últimamente se ha hecho más evidente la falta de coherencia entre el rol que desempeña un profesional y la imagen que proyecta a través de las redes sociales. Es preciso ser cautelosos con los “me gusta” que recibimos, podemos sumarlos por razones que poco tienen que ver con la aprobación sincera. La autora es presidente de AF Comunicación Estratégica.

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