Otros zapatos

La fuerza interior solo puede provenir del amor y la tolerancia. Es fácil enojarse, contestar groseramente o golpear físicamente cuando alguien nos hacer “perder” la paciencia. Este es el camino más fácil, pero nos roba la paz interna, y la capacidad de caminar dos pasos en los zapatos del otro, no para justificarle sino para entender sus razones.

No se trata de aguantar atropellos, ni de no defendernos, ni de ocultar nuestro disgusto, sino de revestir la situación de amor y tolerancia, y actuar en consecuencia.

En ocasiones, sucede que “explotamos” por hechos insignificantes, excusas que buscamos para dejar escapar nuestra ira y hacer una tormenta en un vaso de agua, agitándonos nosotros y a nuestro entorno también. Templarnos bajo el fuego del amor y la tolerancia es la meta, pues solo son fuertes de espíritu aquellos que controlan sus emociones.