Lecciones de vida que nos hacen fuertes

De todos los momentos difíciles ¿cuál ha sido el más significativo? ¿Cuál fue aquel momento en el que te sentiste sin salida? ¿En qué momento te sentiste solo y lleno de total desánimo?

A tu mente viene algún momento con esa carga, y sientes que es parte inexorable de tu pasado y aún se repite por alguna razón y no solamente no te deja desarrollar tu presente, sino que te hace sentir emociones que en algún momento sentiste superadas.

Todo lo que no se supera regresa hasta que has tomado el aprendizaje necesario. Así de sencillo. ¿Qué situaciones se repiten de tal forma que parecen que siempre están ahí?

A lo mejor el estudiante que no ha podido digerir el aprendizaje eres tú, porque la vida es así de contradictoria pero a la vez es muy específica.

Si lo que necesitas es tolerancia te aparecen situaciones intolerantes, si tienes prejuicios entonces aparecen situaciones en las cuales vives de alguna forma u otra algún agravio debido a un prejuicio, si necesitas aprender siempre aparecerá esa lección necesaria en forma de problemas, agravios, bancarrotas, tragedias, relaciones difíciles, desamores, y miles de formas que la vida nos va dando para aprender algo que nuestra alma necesita asumir.

Nuestra propia negligencia puede llevarnos hasta la repetición compulsiva de una lección, lo que no aprendiste se repite y eso lo digo con mucha experiencia.

Cuando una persona importante se va del camino y sigues repitiendo el patrón vas a encontrar a otra que te haga finalmente aprender la lección, es triste ver cuando una persona sale de una relación tormentosa para meterse en otra peor, es duro ver a una alguien que cae una y otra vez en la misma situación hasta que despierta y supera de alguna forma eso que necesitaba aprender.

Cuando se pierde algo y se vuelve a tenerlo para luego perderlo nuevamente es como una caricatura de mal gusto, pero que siempre está como un bucle hasta que de alguna forma la lección de verdad se aprende y entonces avanzas y sigues listo para encarar nuevas lecciones y así creces en el devenir de tu alma.

Lo bueno es que siempre hay hermosas almas que te pondrán hasta el límite para enseñarte la lección que necesitas superar, esas personas de las cuales más has sentido rechazo, malestar, desprecio, y cualquiera otra emoción han sido tus mayores maestros espirituales, aquellos que incluso les deseaste lo peor dejaron de alguna forma lo mejor en ti al evitar ser como te trataron.

El aprendizaje es lo único constante lo demás siempre va a cambiar de acuerdo a tus necesidades emocionales y espirituales.

Debemos abrir nuestra mente a la posibilidad de agradecer a todos esos grandes maestros que hicieron de ti la persona que ahora eres; agradece el aprendizaje que te permitieron conocer y agradece, libérate de cualquier resentimiento y aprende, asume las lecciones y sigue en esta escuela tan corta pero intensa que llamamos vida.